Con la actual pandemia provocada por la Covid-19 nuestras vidas han cambiado radicalmente pero también nuestros hábitos de higiene. ¿Cómo han cambiado? ¿Se mantendrán estos hábitos en el tiempo? ¿Puede ser perjudicial un exceso de higiene?
El Dr. Pablo Odeley, reconocido especialista en Medicina Familiar, nos responde a todas estas dudas en el Día Mundial de la Higiene, que se celebra hoy, 3 de septiembre.
¿Qué hábitos higiénicos hemos adquirido con la pandemia, y por qué son importantes?
Anteriormente solíamos lavarnos las manos antes de comer o cuando íbamos al baño, pero con la Covid esto se ha modificado drásticamente. Ahora solemos hacerlo de manera muy frecuente, normalmente cada vez que tenemos oportunidad, cuando tocamos cualquier superficie, o simplemente cuando llegamos a nuestra casa antes de tocar ningún objeto.
Otro ejemplo notable es el uso de gel hidroalcohólico. Este era muy poco usado antes de la pandemia, por no decir que era de uso exclusivo para médicos y hospitales, o personas que viajaban habitualmente. Actualmente su uso se ha generalizado, es difícil llegar a un lugar y no encontrar gel a nuestra disposición, incluso en la mayoría de negocios y oficinas se exige su aplicación antes de entrar, en los taxis también es frecuente ver que existe para uso de los clientes, y algunas compañías de trasporte privado incluso lo promocionan como técnica para captar clientes. Además, también solemos llevarlo con nosotros todo el tiempo, en formato pequeño.
Otra medida que hasta cierto punto podemos considerar como higiénica es la incorporación de mascarillas faciales, que podemos considerar otra medida higiénica en la actualidad, ya que evita la propagación de gérmenes y virus, como el de la gripe. De hecho, la incidencia de gripe y otras enfermedades respiratorias disminuyó considerablemente después de la pandemia. Por lo que podemos decir que estas medidas higiénicas han contribuido notablemente.
¿Nos hemos llegado a obsesionar con la higiene?
Podemos decir que hemos desarrollado obsesión con los productos de higiene. En el caso del baño diario, según estudio de varias instituciones, se ha dado un aumento considerablemente de manera general, de ducharnos una vez al día antes de la pandemia a tres veces actualmente, en algunos casos. Paralelamente también se ha dado un aumento considerable del consumo de agua para uso doméstico, lo que soporta la anterior afirmación.
¿Puede ser perjudicial una higiene excesiva (para la piel, para algunas partes del cuerpo…)?
Todas estas medidas también tienen consecuencias negativas. El exceso de uso de productos químicos para la higiene, como los hidroalcohólicos, han provocado un sinfín de afecciones en la piel, como dermatitis, que anteriormente eran menos frecuentes. Refieren los dermatólogos un aumentado también del número de consultas por afecciones en la piel por el uso de productos no adecuados para este fin. De hecho, en algunos pacientes se pueden percibir quemaduras químicas, otros simplemente han desarrollados algunos tipos de alergias relacionadas con el uso excesivo de alcohol u otros productos químicos sin haber superado el debido proceso de seguridad.
Hemos modificado nuestros hábitos y nuestro cerebro ha incorporado, como mecanismo de defensa, el querer mantenernos más limpios a toda costa. Esto, lamentablemente, no es del todo beneficioso. En las mujeres, por ejemplo, aparecen más frecuentemente infecciones vaginales y urinarias debido al exceso de higiene en las partes íntimas. En otros casos se ha dado un aumento de la pérdida de cabello, que normalmente se achaca al estrés, pero la causa principal puede ser el uso inadecuado de productos. Algunos centros de salud a nivel mundial reportan también el aumento significativo de intoxicaciones, por cloro y otros productos de limpieza.
Importancia de verificar que los productos de higiene tengan certificados de calidad
La producción de gel para las manos también se ha disparado a nivel mundial y, muchas veces, la alta demanda hace que el proceso de producción no sea siempre el más adecuado, o que se utilicen productos que no están destinados para este fin. Por eso es importante también saber qué tipo de productos usamos para nuestras manos, verificar que sea un producto de calidad certificada puede contribuir a evitarnos males mayores en un futuro.
Por otra parte, hay que prestar especial atención a qué productos se usan en los niños. Al tener una piel más fina, tienden a verse más afectados por un uso inadecuado de productos para la piel o simplemente el uso en exceso. Algunas marcas solamente realizan pruebas en adultos, de manera que si el producto no indica que es adecuado para niños, no debe emplearse en ellos.
Como conclusión podríamos afirmar que los nuevos hábitos de higiene general adquiridos durante la pandemia llegaron para quedarse. No importa cuánto se flexibilicen las medidas generales ante la Covid-19, ya hemos incorporado estos hábitos a nuestra rutina diaria. Pero es importante tener presente que el exceso de higiene no siempre es lo más recomendable, hay que tener en cuenta que una aplicación adecuada puede ser más efectiva.
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