Con el fin de concientizar a la población sobre la importancia de la comunicación humana, cada 6 de marzo se celebra el Día Europeo de la Logopedia. “La Logopedia es la disciplina que se encarga del estudio, la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de los trastornos de la comunicación, alteraciones de la audición, de la voz, del habla y de la deglución”, explica la logopeda, Verónica del Villar.
La importancia de la Logopedia a lo largo de la vida
Los especialistas en Logopedia pueden tratar patologías o alteraciones en personas de cualquier edad, desde bebés hasta personas mayores.
“En los bebés trabajamos las dificultades en la comunicación y la alimentación. En niños más grandes y en adultos se tratan las alteraciones de la comunicación y el habla, así como la función de tragar y oír. Además, se puede trabajar la lectoescritura, disfonías y patologías crónicas o adquiridas”, asegura la experta.
Por esta razón, Verónica del Villar explica que la Logopedia es muy importante en todas las etapas de la vida: “no solo nos dedicamos al lenguaje, a la comunicación y a la pronunciación, hacemos mucho más. Ayudamos a los prematuros a poder comer por boca cuando están ingresados con una sonda, hacemos que los pacientes con un ictus vuelvan hablar y a comer e intentamos retrasar los síntomas de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o ELA. Además, acompañamos a los pacientes críticos a que vuelvan a comer y les ayudamos con los procesos de disfagia y traqueostomía, entre otros”.
Mala postura y ronquido, las señales de alarma en los adultos
Existen algunas señales que nos advierten cuándo es necesario acudir a consulta con un especialista en Logopedia. “Las más frecuentes en el caso de las personas adultas son las malas posturas, el ronquido, apneas del sueño, dientes separados a pesar de haber usado ortodoncia, pérdida constante de la voz, ictus o ciertas enfermedades degenerativas”.
Logopedia: recomendaciones para los padres
En el caso de los niños pequeños, advierte la Lda. del Villar, “debe ser el pediatra el que lo derive cuando nota algo “raro” en los controles. Sin embargo, si el bebé pierde peso, tiene dificultades para comer, se atraganta mucho, no se ríe con sus padres o no reacciona ante los sonidos, es recomendable que los padres lo lleven a una revisión con un logopeda”.
Por otro lado, los niños más grandes suelen presentar otros indicios: además de los problemas con la comida, deben acudir a un especialista si les cuesta hablar, si su lenguaje no es entendido por otras personas que no sean sus padres, si no interaccionan con sus iguales o si les cuesta leer y escribir.
La experta en Logopedia recomienda a los padres acudir a consulta ante las siguientes situaciones:
- Parece que no nos escucha cuando le hablamos, no se asusta por los ruidos y/o no presta atención en la guardería o colegio.
- No habla nada, pero nos entiende todo.
- Cuesta entender lo que nos dice, “habla en su propio idioma”, sólo le entienden mamá o papá, en ocasiones sólo se entienden entre hermanos.
- Sufre constantemente de mocos, sinusitis, ronca por la noche, babea en la cama, tiene vegetaciones u otitis de repetición.
- No pronuncia bien un sonido, por ejemplo, cambia la S por la Z, no pronuncia la R.
- Suele gritar bastante y a veces se queda ronco o pierde la voz.
- En el colegio le tachan de “vago” a pesar del esfuerzo diario que realiza para estudiar y/o hacer las tareas.
- Hemos ido al dentista y nos ha dicho que tiene deglución atípica, infantil o disfuncional.
- Al escribir o leer cambia unas letras por otras, incluso cambia palabras o se salta algunas (también con los números).
- No comprende lo que lee.
- Está diagnosticado de TEA, TDL (TEL) o TDAH, entre otros
- Padece un daño cerebral, es necesario trabajar comunicación y/o alimentación.
Logopedia emocional: la relación de la voz con las emociones
Mariela Astudillo, especialista en Logopedia y vocología, asegura que la Logopedia emocional “se ocupa de la voz sana, partiendo de la idea de que la voz no puede disociarse de las emociones. Las emociones son el motor de la voz, por lo que no podemos utilizar nuestra voz si no es con determinada intención, promovida por cierta emoción”.
La importancia de tener en cuenta la voz más allá de la presencia de un trastorno o una patología radica en que la voz es la herramienta de comunicación más valiosa y debemos cuidar de ella cada día. Por esta razón, la Lda. Astudillo afirma que “en algún momento de nuestra vida necesitaremos entrenar nuestra voz para optimizar su potencial y prevenir posibles daños”.
La voz como expresión de la identidad humana
Al tener en cuenta a la voz como aspecto fundamental de la comunicación también es necesario establecer una relación con la identidad. “La voz emana de la propia identidad del ser humano, alimentada por su personalidad y su emocionalidad. La identidad de una persona se percibe a través de la manera que ésta tiene de expresarse en el mundo. Así la expresión de la identidad se percibe a través de la voz, de la forma de hablar, de las mímicas faciales, de la gestualidad, de la postura y de cualquier otro parámetro involucrado de manera directa o indirecta en la comunicación”, explica Mariela Astudillo.
En relación con este enfoque, existen diferentes maneras de trabajar la voz. Mariela Astudillo es experta en el entrenamiento de la voz identitaria, como por ejemplo, la feminización de la voz. Esta técnica consiste, en palabras de la especialista, “en un entrenamiento vocal que busca caracterizar en femenino la voz y la forma de hablar. A través de este proceso, partimos del concepto de voz femenina y de feminidad de la propia persona para alcanzar un equilibrio a nivel vocal, identitario y emocional”.
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