Vivir en el extranjero, una experiencia única donde también puede ser necesaria ayuda psicológica
Una de las mayores experiencias que nos puede brindar la vida es la oportunidad de, aunque sea una vez, salir de nuestra zona de confort (y seguridad) y aventurarnos a encontrarnos a nosotros mismos allá donde vayamos, sea el país que sea.
Vivir en el extranjero ayudará a conocernos mejor a nosotros mismos
Muchas veces decidirse a irse a vivir fuera va bien, sea de forma planeada o bien inesperada, por circunstancias de la vida. Sea el caso que sea, se abren ante nosotros un sinfín de situaciones ante las que podemos estar más o menos preparados pero de las que, seguro, aprenderemos muchísimo, además de aprender sobre uno mismo.
Vivir en el extranjero ayudará a ser resolutivo, autogestionarse, ser independiente y fomentar nuevas relaciones, pero también a pedir ayuda y un sinfín de cosas de las que solo seremos conscientes y valoraremos como enriquecedoras hasta la vuelta.
La ayuda psicológica online puede ser necesaria, y una alternativa para quienes viven fuera
Por otro lado, aunque la experiencia en el extranjero sea única, también puede que la persona necesite y pida ayuda emocional y psicológica, porque estando fuera de “casa” puede sentirse ansiedad, miedo, estrés, inseguridades, incertidumbre…
De la misma manera que algunas personas que pasan por un proceso de duelo por la pérdida de un ser querido, u otras que lo han dejado con la pareja y que, emocional o socialmente, no se sienten preparados, buscan apoyo y asesoramiento emocional online en ciertos momentos, ¿cómo no va a necesitarlo alguien que vive lejos de su país y su familia, y ha estado (o está todavía) confinado por protocolos Covid-19? ¿Cómo no va a sentirse triste si las cosas no están saliendo como esperaba? ¿O si han perdido a un ser querido y la distancia limita poder despedirse? O simplemente adaptarse al nuevo país y costumbres.
Normalizar las emociones forma parte de los procesos adaptativos y de cambio vital de las personas. Sentir emociones, sean las que sean, es algo totalmente normal, es sano y saludable porque nos informan de nuestro estado de ánimo. Las emociones nos hablan desde el corazón para que la razón actúe y, por ello, cuando lo necesitamos, es saludable alzar la mano y pedir ayuda si lo necesitamos.
Una experiencia en el extranjero nos hace fuertes y ayuda a reforzar lazos con seres queridos
Aventurarse a vivir una experiencia en el extranjero es algo muy valiente y aportará infinitas cosas, aprendemos a valorar y valorarnos, aprendemos a ser conscientes de lo que tenemos y dejamos de tener, creamos nuevos lazos sociales e incluso emocionales. Pero vivir fuera también nos ayuda a acercarnos más a los nuestros y a crecer como nunca antes. Aumentará la autoestima y la capacidad de resiliencia, al superar retos diarios. Y, sobre todo, nos sorprenderemos a nosotros mismos de todo lo que hemos sido capaces de hacer. Creceremos desde dentro como un árbol que genera sus propias raíces y que se arraiga con seguridad para que, en adelante, sea solo, acompañado o en familia, podamos volver a vivir nuevamente la mágica experiencia que vivimos en su momento y de la cual tanto aprendimos, algo que recomendaremos, sin duda, a los más allegados, como una de las mejores experiencias vividas.