Utilidad de la Neurofisiología en el diagnóstico de patologías oftalmológicas

Editado por TOP DOCTORS® el 30/11/2024

Diversas pruebas Neurofisiológicas permiten detectar y diferenciar patologías oculares: retinopatías, maculopatías, neuropatías ópticas.

La neurofisiología fundamenta diagnóstico en la obtención de señales fisiológicas, tras la aplicación, en general, de estímulos específicos, ya sean eléctricos, auditivos o visuales, como sucede en el campo que nos ocupa. Su análisis nos proporciona importante información que no sería factible obtener mediante visualización macroscópica. En líneas generales, se obtiene una señal en forma de onda cuya latencia o amplitud nos puede aportar información sobre la velocidad de conducción del estímulo hasta su órgano receptor o sobre la densidad axonal, respectivamente. 
Tal como afirman los expertos en Neurofisiología Clínica, es importante saber que este tipo de señales nos aportan datos de gran relevancia, algunas veces imposible de conocer de otro modo, y que pueden anticipar el diagnóstico oftalmológico antes de que sea visible en el fondo de ojo.

Consideraciones anatómicas oftalmológicas

Antes que nada, y para un mejor entendimiento, haremos un breve repaso de las características de la retina, así como de las células implicadas, ya sea en la percepción del estímulo como en su transmisión.
La luz entra en el ojo a través de la córnea, atraviesa la cámara anterior, el cristalino y el humor vítreo y llega a la retina. Una vez aquí atraviesa todas sus capas para, finalmente, interaccionar con las células fotosensibles: conos y bastones.

 


 
En el centro de la retina se encuentra un área circular, la papila, que corresponde al nervio óptico. La mácula es un área mal definida en el polo posterior de tamaño superior a la papila y que se encuentra junto a esta. La parte central de la mácula es la fóvea y, su centro, foveola.


 
La retina, por su parte, consta de varias capas cuya capa más interna sería el epitelio pigmentario que conecta directamente con los conos y bastones.

 
Las células del epitelio pigmentario son células de sostén modificadas por la presencia de un pigmento que absorbe la luz sin participar en la visión, aunque limita la propagación de fotones. Los foto receptores (conos y bastones) también tienen otro pigmento, las opsinas, que sí participan en el mecanismo químico de la visión.

En la capa plexiforme externa, los axones (prolongación de las neuronas especializadas en conducir impulsos nerviosos) de los conos y los bastones establecen sinapsis o conexión con las dendritas (ramificaciones de la neurona) de la 1ª neurona –la célula bipolar– y también con las células horizontales. La célula bipolar conecta en la capa plexiforme externa con la 2ª neurona – la célula ganglionar – y también con las células amacrinas. Los axones de las células ganglionares forman la capa de fibras nerviosas que, a través del nervio óptico, llegan al cuerpo geniculado externo donde hacen sinapsis con la 3ª neurona cuyos axones, a través de las radiaciones ópticas, llegan al córtex cortical.


Por otra parte, cabe destacar que la distribución de conos y bastones no es uniforme en toda la retina. Así, diferenciamos la retina macular, con gran densidad de conos y la retina periférica, donde predominan los bastones. Esto es importante para diferenciar la utilidad de las distintas técnicas en el estudio de patologías que afectan más a la retina periférica frente a las que afectan más a la mácula o maculopatías.

Técnicas en Neurofisiología para la detección de patologías oftalmológicas

Electrorretinograma (ERG) de campo lleno o ganzfeld (GERG). Valora las respuestas globales de la retina diferenciando conos y bastones. Es útil para el diagnóstico de retinopatías.
Electrorretinograma (ERG) con Patrón de Damero (PERG). Utiliza un patrón de estímulo estructurado, con cuadrados blancos y negros que revierten con una frecuencia determinada y que estimula selectivamente células ganglionares que se concentran, fundamentalmente, en la zona macular. Nos sirve para el estudio de las maculopatías.
PEV pattern. Al igual que la anterior, estimula selectivamente las células ganglionares, aunque el registro se realiza a nivel de córtex. Se ha utilizado tradicionalmente para el estudio de las neuropatías ópticas, sobre todo en las enfermedades desmielinizantes, aunque su diagnóstico está limitado si existe una maculopatía. Por ello es aconsejable su realización simultánea con el ERG pattern y valorar el tiempo de conducción central entre cornea y corteza visual para poder diferenciar una neuropatía óptica de una maculopatía.
PEV flash. A diferencia de la anterior, no requiere colaboración, por lo que se suele realizar en niños y pacientes no colaboradores o simuladores. No obstante, su utilidad diagnóstica es muy limitada y solo nos permite afirmar la continuidad del estímulo luminoso hasta la corteza visual.
Electrorretinograma (ERG) multifocal. Valora topográficamente los 30º centrales de la retina central donde se encuentra la mácula. Su indicación fundamental es en el diagnóstico de maculopatías.
Electro-oculograma (EOG). Valora la integridad del epitelio pigmentario.

 

Neurofisiología Clínica en Murcia