¿Sufres de insomnio y apnea obstructiva del sueño a la vez?
En España, hasta el 35% de la población presenta insomnio agudo y un 10-15% insomnio crónico. El insomnio se caracteriza por un estado de alerta continuo durante el día y la noche que se acentúa en pacientes con estrés crónico y/o ansiedad. Esta hiperactivación provoca que tardemos más tiempo en conseguir quedarnos dormidos, que nos despertemos varias veces durante la noche o que lo hagamos bastante tiempo antes de que suene el despertador.
Es fácil que en ese estado aprovechemos los alertamientos nocturnos para dar rienda suelta a nuestros pensamientos más negativos o que intentemos solucionar los problemas que quedaron pendientes el día anterior.
¿Qué es la apnea del sueño?
La apnea del sueño se caracteriza por la presencia de ronquido y pausas en la respiración durante la noche de más de 10 segundos de duración, que frecuentemente se acompañan de descensos en la saturación de oxígeno. Afecta a un 6-8% de la población española, es decir casi dos millones de españoles padecen el trastorno y únicamente el 10% está adecuadamente diagnosticado y tratado.
En muchas ocasiones, la persona que sufre insomnio duerme sola, y por ello puede presentar ronquido intenso o pausas respiratorias durante la noche sin saberlo. El conocimiento de lo que es la apnea del sueño y sus implicaciones para la salud también es limitado a día de hoy y esto puede derivar en que el paciente no solicite ayuda acudiendo a la consulta de un especialista en sueño.
¿Qué tratamientos existen?
El tratamiento que ha demostrado mayor beneficio para el control de la AOS es la CPAP, un dispositivo que aplica una presión positiva durante la noche a través de un tubo asociado a una mascarilla para evitar el colapso de la vía aérea. Pero la adaptación a este dispositivo puede ser más difícil en pacientes insomnes.
Las consecuencias de dormir poco, mal o de forma interrumpida durante la noche se traducen en cansancio, irritabilidad y somnolencia diurna, trastornos cardiovasculares y metabólicos, además de incrementar la probabilidad de tener un accidente laboral o de tráfico.
Diagnóstico
Ante dos trastornos del sueño tan prevalentes entre la población general y por otra parte tan infradiagnosticados, es lógico predecir que la asociación entre ambos ha de ser relativamente frecuente.
Hasta el 40-50% de pacientes adultos con diagnóstico de AOS presentan síntomas compatibles con insomnio y viceversa. Esta relación es por tanto estrecha y bidireccional, el mecanismo que explica la asociación entre ambos trastornos aún no ha sido totalmente dilucidado. Esta asociación también puede darse en niños y adolescentes al menos en un 14 a 18% de los casos.
¿Y qué implica el hecho de padecer ambos trastornos del sueño al mismo tiempo?
Los despertares durante el sueño provocados por las apneas del sueño son más largos de lo habitual en pacientes insomnes, y además existe una tendencia a presentar una ventilación nocturna más inestable e irregular.
- El tratamiento con CPAP mejora tanto la AOS como el insomnio si este es de mantenimiento. Sin embargo, en un porcentaje nada desdeñable de pacientes con insomnio de conciliación la adherencia a la CPAP puede verse comprometida. En estos casos es recomendable la aplicación de técnicas de terapia psicológica cognitivo conductual previo al inicio del tratamiento con CPAP.
- También puede estar indicado la administración de fármacos con fin hipnótico, por un tiempo limitado, hasta que se produzca la adaptación a la máquina. ¡Pero cuidado!, en un paciente aún no tratado adecuadamente con la CPAP han de evitarse especialmente las benzodiacepinas ya que empeorarían la saturación de oxígeno nocturno y el número de apneas durante el sueño.
El abordaje y tratamiento de los pacientes con trastornos del sueño debe ser personalizado. La medicina de precisión ha de aplicarse especialmente para casos complejos como es el de pacientes que presentan más de un trastorno del sueño a la vez. Es importante en este contexto conocer la severidad del insomnio y ajustar el número de apneas al tiempo en el que el paciente está dormido. Por esta razón la prueba diagnóstica de elección en estos casos, es la vídeo-polisomnografía nocturna, que ha de ser revisada e informada por un especialista en sueño.