Sistemas de ventilación no invasiva de alto flujo en neonatología
Escrito por:En los últimos años, los pediatras hemos visto que ha aumentado el uso de sistemas de ventilación de alto flujo no invasiva en el ámbito de la neonatología. Sin embargo, se desconocen las patologías en las que se debe emplear, de manera que todavía no se pueden establecer protocolos de uso estandarizados.
El uso de estos sistemas se está extendiendo en niños y lactantes, especialmente en patologías respiratorias, como el asma o la bronquiolitis.
En cualquier caso, el alto flujo debe administrarse húmedo y caliente, ya que en caso de ser seco y frío podría resecar la mucosa de las vías respiratorias, provocando irritación, secreciones espesas y un mayor riesgo de infección. De esta manera, lo correcto es hablar de alto flujo caliente y humidificado (AFCH).
Seguridad y eficacia de los sistemas de alto flujo en neonatología
Aunque existen estudios que afirman la eficacia de la terapia con alto flujo, algunos estudios afirman que el sistema de alto flujo genera cierta presión en la orofaringe. Sin embargo, existe un consenso global que afirma que la presión depende del flujo administrado, de si la boca está abierta o cerrada, así como del grado de fugas de las cánulas nasales en las narinas.
Es un sistema aparentemente seguro según los estudios vigentes, y no ha demostrado mayor tasa de complicaciones que la otra existente conocida como CPAP, ni a corto ni a largo plazo.
Sus indicaciones y su eficacia en distintas patologías aún están por determinar, a causa de la falta de los resultados de los estudios que se están realizando en la actualidad. Es necesario disponer de ensayos clínicos que demuestren estadísticamente esta eficacia, sobre todo a largo plazo, sin un incremento de los riesgos.