Síndrome de May-Thurner: más frecuente de lo que se cree
El síndrome de May-Thurner es la compresión de la vena ilíaca izquierda a su paso entre la arteria ilíaca derecha y la columna lumbo-sacra. Esta compresión impide un correcto drenaje de la pierna izquierda lo que favorece la aparición de varices y trombosis venosa. Así mismo, también pueden desarrollarse varices pélvicas secundarias a la compresión, fundamentalmente en mujeres que han tenido embarazos.
Las causas del síndrome de May-Thurner son desconocidas, pero debido a las características anatómicas suele afectar más a personas delgadas, fundamentalmente a mujeres jóvenes.
Las estadísticas en torno a esta patología son poco fiables y es mucho más común de lo que aparenta, ya que es una patología infradiagnosticada. Sin embargo, el riesgo de sufrir trombosis venosa del miembro inferior izquierdo es mayor en pacientes con síndrome de May-Thurner.
Los síntomas del síndrome de May-Thurner
Los síntomas más frecuentes son hinchazón (edema), varices, dolor y pesadez, sobre todo al final del día y al estar largos periodos de pie, afectando predominantemente a la pierna izquierda.
También puede presentar dolor lumbar de predominio izquierdo o pesadez o dolor de bajo vientre, en el caso de estar asociado a varices pélvicas. Además, en ocasiones, puede producir trombosis venosa profunda.
¿Se puede tratar?
El tratamiento del síndrome de May-Thurner consiste en el implante de un stent en la zona comprimida de la vena ilíaca izquierda, dilatando con un balón para descomprimir la vena y favorecer así el correcto flujo sanguíneo de la pierna izquierda.
Además, el especialista en Cirugía Vascular deberá evaluar si también existen varices pélvicas secundarias a la compresión, en cuyo caso se deben tratar los ejes insuficientes mediante embolización.