¿Sabes identificar tu tipo de piel?
La piel de cada persona es única por lo que podemos encontrar muchísimas formas de clasificación. Pero todas ellas se pueden englobar en 5 grandes grupos.
El tipo de piel es útil para la Medicina Estética, ya que permite guiarnos sobre qué cuidados y tratamientos puede necesitar, para mantener una piel joven y sana durante más tiempo.
¿Qué tipos de piel existen?
Piel normal
Esta piel se caracteriza por ser suave y elástica. Es de tono rosado y tiene los poros pequeños. Sus principales características son:
- No es sensible, ni reactiva.
- Sin imperfecciones o muy pocas.
- No tiene los poros dilatados, tampoco puntos negros.
- Es suave y clara. Tiene una buena circulación.
Estas características naturales permiten tener una piel perfecta, pero de todos modos necesita cuidados para mantenerla. Es necesario hidratarla y protegerla.
Piel grasa
Esta clase de piel tiene tendencia a producir más sebo del necesario. Es producto de la genética, dieta, cambios en las hormonas o por estrés. Algunos factores de la piel son los siguientes:
- Tiene los poros dilatados, puntos negros, con brillos.
- Propensa a espinillas y granos.
- Glándulas sebáceas hiperactivas. Estas producen más grasa o sebo del necesario.
Piel mixta
Esta es la piel más habitual y combina áreas de grasa en la nariz, frente y barbilla, con áreas normales o secas en la zona de los ojos y mejillas. Pese a ser un tipo de piel común, tiende a ser la más desconocida en las personas que la tienen, que no saben cómo tratar la zona grasa o cómo cuidar la zona de piel seca normal.
Para este tipo de piel, afortunadamente, existen tratamientos concretos, que permiten cuidar la piel de todo el rostro sin resecar las zonas menos grasas, ni aportar grasa al resto de nuestra piel.
Piel seca
La piel seca carece de lípidos (grasa) e hidratación. Es una piel de aspecto áspero y más tirante, con menos elasticidad. Otras características son:
- Se agrieta con facilidad, pica e inflama.
- Produce poca grasa.
- Pierde brillo.
- Es sensible a los factores ambientales externos.
Piel sensible
Esta piel es la más susceptible a factores externos. Se puede ver afectada por el aire acondicionado, la calefacción, ambientes secos o la luz solar. En cuanto la piel pierde su equilibro se muestra tirante, se enrojece y pica. Sus principales características son:
- Se inflama e irrita con facilidad
- Estas pieles son las que padecen rosácea, dermatitis, alergias o reacciones a productos cosméticos o a la exposición al sol o al agua.
Es muy importante ser capaces de identificar el tipo de piel que tenemos, ya que a partir de allí es posible aplicar los tratamientos o cuidados necesarios para poder lucir una piel saludable, joven y bonita.
Para más información sobre la piel y su tratamiento contacte con un especialista en Medicina Estética.