Relación entre el equilibrio y vértigo
Escrito por:El vértigo es el trastorno del sentido del equilibrio, caracterizado por una sensación de movimiento rotatorio del cuerpo o de los objetos que lo rodean. Esta sensación de movimiento suele ser desagradable y puede influir en la calidad de vida de quien la padece, puede producirse por varias causas y se puede tratar.
¿Qué causa el vértigo?
Los oídos, además de la audición, se encargan de codificar la aceleración con la que se mueve la cabeza. Y transmitir dicha información al cerebro para integrarla y crear un reflejo que hace posible que los ojos se muevan a la misma velocidad que la cabeza pero en sentido contrario. Sin este reflejo, sería imposible caminar y simultáneamente ver con nitidez el entorno, padeciendo lo que se conoce como oscilopsia.
Ante una crisis aguda de vértigo por daño sufrido en el oído interno, los ojos interpretan que la cabeza se está moviendo constantemente hacia el oído que funciona correctamente, lo que provoca unos movimientos oculares rítmicos de reajuste denominados nistagmus que son los responsables de que el paciente perciba que su entorno o él mismo no pare de dar vueltas, especialmente cuando cierra los ojos.
Alteraciones del equilibrio, principales causas del vértigo
El sistema del equilibrio no depende exclusivamente del oído. Alteraciones en la vista, en la médula espinal, algunas arritmias o desajustes en la tensión arterial, muchos medicamentos e incluso situaciones de ansiedad o estrés pueden estar implicadas en las alteraciones del equilibrio.
La causa más frecuente de vértigo es el vértigo posicional paroxístico benigno. Es un vértigo de segundos de duración que suele desencadenarse por cambios de posición, como por ejemplo al girar la cabeza de lado o al extender el cuello hacia los lados.
Otro gran síndrome vertiginoso es la Neuronitis Vestibular; se produce cuando un oído deja de funcionar, volviéndose incapaz de codificar la aceleración de la cabeza, y se caracteriza por un cuadro de vértigo espontáneo, de varias horas o días de evolución que termina dejando al paciente muy inestable durante días o semanas.
La Enfermedad de Ménière es el vértigo más conocido. Presenta los síntomas de vértigo espontáneo que generalmente dura más de 20 minutos, acúfenos y pérdida de audición. El Ménière es una enfermedad crónica que cursa con brotes de vértigos que pueden resultar muy invalidantes en el día a día del paciente. La audición empeora con cada crisis de vértigo, sin llegar a recuperarse del todo.
La Migraña Vestibular es una alteración del equilibrio muy frecuente pero poco conocida, pues generalmente se llega a su diagnóstico por exclusión de otras causas y no existe hasta la fecha ninguna prueba diagnóstica que ayude a confirmarla. Los pacientes con Migraña Vestibular sufren episodios de migraña que generalmente se acompañan de crisis vertiginosas. Se trata de una patología central cuya causa reside en el cerebro y no en el oído, como sucedía con las causas expuestas anteriormente. Los vértigos cuyo origen es una alteración en el cerebro son relativamente infrecuentes, pero es muy importante diagnosticarlos pronto, pues pueden poner en peligro la vida del paciente como en el caso de una hemorragia cerebral o un infarto cerebral. Otra enfermedad neurológica frecuente, la Esclerosis Múltiple, también puede manifestar vértigo en algún momento de su evolución.
Como dijimos anteriormente, algunos problemas de corazón como las arritmias o la hipertensión arterial mal controlada también pueden manifestar vértigo. Así como algunos problemas endocrinológicos como el hipotiroidismo o la ingesta de ciertos fármacos. Incluso en algunas ocasiones, los problemas de espalda están detrás de un cuadro real de vértigo o alteraciones del equilibrio donde prima el síntoma inestabilidad. Las personas de edad tienen más probabilidad de padecer alteraciones del equilibrio o vértigo, hecho que se conoce con el nombre de presbivértigo.
Sin duda, lo más importante ante una crisis de vértigo es diferenciar, mediante una correcta entrevista con el especialista en Otorrinolaringología, exploración física y pruebas complementarias, si el problema se encuentra en el oído o en el cerebro.