¿Qué es una cardiopatía isquémica?

Escrito por: Dr. Francisco Hidalgo Lesmes
Publicado:
Editado por: Yoel Domínguez Boan

La cardiopatía isquémica es una de las patologías más frecuentes a nivel cardiológico en la actualidad. Engloba a todos aquellos pacientes en los que de forma transitoria o permanente exista un compromiso en el flujo sanguíneo de alguna de sus arterias coronarias (que son las encargadas de irrigar al músculo cardiaco), ya sea en sus segmentos más proximales o en los más distales.

 

 

¿Existen tipos de cardiopatías isquémicas?

La cardiopatía isquémica se divide en dos grandes grupos:

  1. Cardiopatía isquémica estable: engloba a aquellos pacientes en los que la estenosis de alguna de las arterias coronarias se produce de forma progresiva, permitiendo al corazón adaptarse a esta situación de falta de riego sanguíneo en alguno de sus territorios para evitar sufrir un daño irreversible.
     
  2. Cardiopatía isquémica inestable: engloba a aquellos pacientes en los que, de forma brusca, generalmente tras ruptura de una placa de ateroma, se produce una formación de trombo dentro de la arteria y un compromiso agudo del flujo de la arteria en un territorio no “acostumbrado” a esta situación. En función de si se produce un cierre completo o no de la arteria, y de si se produce muerte o no de parte de las células del músculo cardiaco hablamos de dos subgrupos:
    1. Angina Inestable: la estenosis aguda formada permite el paso de una mínima cantidad de sangre que evita que las células cardiacas de ese territorio mueran.
    2. Infarto Agudo de Miocardio: por cierre incompleto o completo de la arteria, las células miocárdicas de ese territorio dejan de recibir oxígeno y nutrientes por lo que mueren, liberando al torrente circulatorio una serie de marcadores que nos permiten realizar el diagnóstico de infarto de miocardio.

 

 

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico inicial es clínico, basado fundamentalmente en los síntomas del paciente y el electrocardiograma. Posteriormente, el diagnóstico es confirmado mediante pruebas no invasivas y/o invasivas.

En la cardiopatía isquémica estable, los síntomas típicos son la aparición de dolor centrotorácico de características opresivas, que aparece generalmente cuando se realiza algún tipo de esfuerzo, irradiado a cuello, mandíbula o brazo (generalmente izquierdo), y que desaparece con el reposo en unos cinco o diez minutos. Dichos síntomas además suelen ser estables en lo que respecta a la cantidad de ejercicio a realizar para su aparición, y de una duración superior a un mes.

En la cardiopatía isquémica inestable el inicio del dolor suele ser brusco, de gran intensidad, asociado a malestar general, sudoración profusa y nauseas, de mayor o menor duración en función del tipo. En ocasiones, se presenta como una angina rápidamente progresiva con episodios de dolor que van progresando en intensidad y que van apareciendo con menor esfuerzo hasta presentarse en reposo.

El electrocardiograma es un arma fundamental en esta patología, ya que no solamente nos ayuda al diagnóstico, sino que nos permite estratificar la gravedad del paciente y la necesidad emergente o no de realizar un abordaje invasivo para resolver el problema coronario que presenta.

 

El dolor torácico es uno de los síntomas de la cardiopatía isquémica
El dolor torácico es uno de los síntomas de la cardiopatía isquémica
 

 

¿Por qué se produce una cardiopatía isquémica?

La etiología más frecuente es la formación intracoronaria de placas de ateroma que bien de manera brusca o progresiva comprometen el flujo coronario. La aterosclerosis es una patología que, aunque tiene un componente genético, está íntimamente relacionada con el control de los factores de riesgo cardiovascular. Éstos son los siguientes: hipertensión arterial, diabetes mellitus, hipercolesterolemia, tabaquismo.

A su vez, existen una serie de hábitos de vida que bien directa o indirectamente favorecen la aparición de los factores de riesgo cardiovascular antes citados, como son: obesidad, sedentarismo, hábitos alimentarios inadecuados, estrés

Evitar la aparición de éstos y, en caso de que aparezcan, controlarlos de manera estricta es fundamental para evitar la aparición de la aterosclerosis y, secundariamente, de cardiopatía isquémica.

 

 

Síntomas de la cardiopatía isquémica

El síntoma fundamental es el dolor torácico, que hemos detallado más arriba. En ocasiones, especialmente en personas de edad avanzada y diabéticos los síntomas pueden no ser tan floridos y de tanta intensidad, y pueden ser confundidos con patologías banales. No es infrecuente que en este tipo de población el síntoma sea la disnea de esfuerzo, es decir, el notar “falta de aire” cuando realiza un esfuerzo. Es lo que llamamos “equivalente anginoso”.

En otras ocasiones, especialmente cuando el territorio cardiaco con déficit de flujo es el territorio inferior, el síntoma puede ser la epigastralgia, es decir, un dolor localizado en la parte alta del abdomen, justo por debajo del esternón. Por ello, es fundamental que, ante la aparición de dolor torácico, disnea o ahogo, o molestias epigástricas se consulte con un especialista para realizar un correcto diagnóstico.

 

 

¿Cómo se trata la cardiopatía isquémica?

En la cardiopatía isquémica inestable el tratamiento de elección es la revascularización coronaria, la cual se puede realizar de dos formas:

  • Percutánea: mediante la realización de un cateterismo cardiaco donde, a través de una arteria se accede al corazón, se confirma la estenosis coronaria y se resuelve mediante el implante de un “stent” coronario, que no es otra cosa que un andamiaje metálico que resuelve la estenosis de la arteria coronaria.

 

Esta técnica hoy en día ha evolucionado mucho y se considera de elección dada la baja tasa de complicaciones (en parte relacionada con la aparición del abordaje a través de la arteria radial, que es una arteria de muy pequeño calibre cuyas complicaciones son escasas y de baja gravedad), la posibilidad de realizarse mediante anestesia local, y por el avance tecnológico de los stents, que nos permiten obtener resultados excelentes tanto a corto como a largo plazo.

 

  • Quirúrgica: Mediante la colocación de venas o arterias que van desde la aorta al segmento de la arteria coronaria distal a donde se encontraba la estenosis, para saltarnos ese punto y volverle a dar sangre a los territorios más distales de dicha arteria. Esta técnica sigue teniendo una importante labor en pacientes donde bien por la anatomía coronaria o bien por presencia de patología en múltiples arterias coronarias, no sea posible, o se estime que el resultado no va a ser adecuado, el implante de stents coronarios.

En la cardiopatía isquémica estable existen dos tipos de tratamiento:

  • Tratamiento invasivo: Descrito con anterioridad, bien mediante cateterismo o cirugía. Presenta la ventaja de una rápida mejoría de los síntomas que presenta el paciente.
     
  • Tratamiento médico: Mediante fármacos que reducen las demandas de oxígeno por parte del músculo cardiaco, mejorando e incluso desapareciendo en ocasiones los síntomas.

 

En general el optar por uno u otro tratamiento va a depender de los síntomas iniciales del paciente, de la edad de éste y de la severidad de la isquemia coronaria observada en pruebas no invasivas como pueden ser la ergometría, la ecocardiografía de estrés, o la valoración anatómica coronaria mediante AngioTC.

Si desea más información, consulte con un especialista en Cardiología

Por Dr. Francisco Hidalgo Lesmes
Cardiología

El Dr. Francisco J. Hidalgo Lesmes es cardiólogo en Córdoba, con varios años de experiencia médica profesional. Especialista en Cardiología Intervencionista, es experto en cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca, arritmias, hipertensión arterial y cardiopatías congénitas; y en distintas técnicas como el Cateterismo cardiaco y el intervencionismo coronario complejo. 

El Dr. Hidalgo Lesmes se licenció en Medicina por la Universidad de Córdoba. Posteriormente se especializó en cardiología vía MIR en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba. Tras finalizar el periodo de residencia, se acreditó como especialista en hemodinámica y cardiología intervencionista a través de la Sociedad Española de Cardiología. Actualmente presta sus servicios como cardiólogo clínico en la clínica Hidalgo Lesmes Salud CardioDental. Y como cardiólogo intervencionista dentro del ejercicio público en el Hospital Universitario Reina Sofía, y en la sanidad privada en el Hospital QuironSalud de Córdoba.

Desde el año 2018 posee el título de Doctor en Medicina otorgado por la Universidad de Córdoba con la nota de Sobresaliente mención "Cumlaude", por su tesis doctoral relacionada con la insuficiencia cardiaca.

Finalmente, en el ámbito de la investigación posee más de una veintena de artículos publicados en revistas de primer nivel en diferentes ámbitos de la cardiología, destacando el III premio otorgado en el XV premio nacional de investigación por el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Córdoba, así como el reconocimiento de este estamento por su compromiso con los valores de la medicina, por saber compaginar una asistencia cercana y de calidad con la investigación clínica de excelencia, en pro del desarrollo de su especialidad centrando al paciente en el eje de sus actuaciones.

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