¿Qué es un istmocele?

Istmocele, defecto de cicatriz de cesárea o nicho, son los términos que nos encontramos en la literatura para definir este defecto. Es una patología cuya única causa es la cesárea previa.

Su frecuencia va en aumento, en los últimos años, debido al aumento del número de cesáreas.  El riesgo de aparición se incrementa igualmente según incrementa el número de cesáreas en la misma paciente.

¿Cuál es la causa del istmocele?

La causa es un defecto en la cicatrización de la cesárea y el método diagnóstico de elección en la ecografía vaginal. Se define como una indentación en el sitio de la cicatriz de la cesárea de al menos 2 mm de profundidad.

• Mediante ecografía vaginal, se visualiza un área econegativa de al menos 2 mm en la zona de la cicatriz de cesárea. Los síntomas más típicos son el sangrado tras finalizar la regla, el dolor y la esterilidad.

Es fundamental consultar a un ginecólogo especialista en cirugía endoscópica si se presentan estos síntomas, ya que la orientación diagnóstica es clave para un tratamiento exitoso.

¿Cómo puede afectar a la fertilidad un istmocele?

Esta complicación post cesárea puede generar diferentes mecanismos relacionados con la esterilidad secundaria:

• Ambiente tóxico por el acúmulo de sangre para los espermatozoides.
• Alteración de la contractilidad uterina.
• Cambios inmunológicos con un aumento de la reacción inflamatoria.
• Una barrera física para la transferencia e implantación del embrión..

Todo ello hace que debamos plantearnos una orientación terapéutica en estas pacientes. El abordaje quirúrgico es la opción indicada en pacientes con deseo reproductivo.

¿Cómo se puede corregir el istmocele?

Dentro de la opción quirúrgica, la corrección laparoscópica es la ideal para reparar adecuadamente el defecto y conseguir un aumento de la pared uterina. Determinados istmoceles presentan un grosor de miometrio residual de menos de 3 mm y ello incrementa el riesgo de complicaciones durante la futura gestación.

A modo de conclusión, el istmocele es un hallazgo benigno que solo necesita tratamiento en caso de esterilidad secundaria, siempre que se desee una nueva maternidad. En este caso la cirugía laparoscópica es la técnica más adecuada. Se trata de una intervención que supone un par de días de ingreso hospitalario y una buena recuperación en la mayoría de las ocasiones, sin complicaciones.

Sin embargo, como con cualquier tratamiento médico, es importante considerar tanto los beneficios como los riesgos y consultar con un especialista para determinar si esta opción es la más adecuada para tu situación específica.