¿Qué deportes son buenos para el corazón?
Hacer ejercicio regularmente y llevar una dieta equilibrada es vital tanto para prevenir como para reducir las complicaciones de enfermedades cardiovasculares. En el caso del ejercicio físico, hay varios deportes especialmente beneficiosos para el corazón.
Ejercicios aeróbicos
Los médicos expertos en Cardiología recomiendan desarrollar y mantener la capacidad aeróbica con actividad física continua, como correr, ciclismo, natación, o incluso caminando ligero, junto con deportes de actividad física intermitente, como fútbol, balonmano, básquet, entre otros deportes de equipo.
Estas actividades físicas deben durar entre 30 y 90 minutos, realizarse al menos cinco días a la semana y tener una intensidad de entre el 55 y el 90% de la frecuencia cardíaca máxima, que se sabe calculando 220 menos la edad del individuo.
Ejercicios de fuerza
Los ejercicios de fuerza, mediante pesas, gomas de tensión, entre otros objetos, o los mixtos (fuerza y resistencia, como correr levantando pesos o caminar por la montaña), ayudan a perder grasa abdominal, un factor de riesgo cardiovascular.
Así pues, llevar a cabo actividades mixtas o intercalar ejercicios aeróbicos con ejercicios de fuerza en días diferentes son beneficiosos tanto para mejorar como para mantener el peso corporal y la salud cardiovascular.
Además, hacer ejercicio regularmente aumenta el nivel de colesterol bueno (HDL), disminuye los niveles de triglicéridos y, de hecho, los ejercicios de larga duración acumulan más triglicéridos en los músculos activos, de modo que la utilización de grasas como fuente de energía es mayor.
Entrenamiento de alta intensidad
Aunque hacer alguno de los deportes mencionados anteriormente de forma regular ya es beneficioso para el corazón, hacerlo de forma intensa sería aún mejor para prevenir enfermedades cardiovasculares y problemas coronarios. La actividad de alta intensidad ayuda a perder grasa corporal y, por tanto, a mejorar la salud cardiovascular.
Aun así, cabe tener en cuenta que siempre será mejor hacer algo de ejercicio, aunque sea de baja intensidad, que no hacer nada.