¿Qué debo saber sobre la artrosis de cadera?

Editado por Yoel Domínguez Boan el 30/05/2019

La artrosis de cadera tiene el mismo origen que el resto de artrosis de las distintas articulaciones de nuestro esqueleto. No obstante, en el caso de la cadera, es decir la articulación compuesta por la cabeza del fémur y el cotilo de la pelvis, dos superficies esféricas, una es el continente y la otra el contenido. Así, esta articulación tiene que pagar el tributo de la bipedestación y carga, por lo que sufre más que las de los miembros superiores.

 

La artrosis de cadera es el resultado de la pérdida de cartílago articular, tanto de cabeza femoral como del cotilo, apareciendo hueso subcondral. Cuando esto sucede, la articulación se deforma, apareciendo osteofitos, es decir, la disminución de la movilidad y dolor tanto en la bipedestación, como a la sedestación, dependiendo del grado de transformación.

 

 

Causas de la artrosis de cadera

La artrosis en la cadera, tiene factores predisponentes, como son los grados de anteversión y retroversión, circunstancias de naturaleza congénita, también del ángulo cervico-cefálico, si es coxa valga o coxa vara, que influyen en la congruencia dinámica de la articulación, el Índice de Masa Corporal, a mayor IMC más probabilidad de coxartrosis.

 

Finalmente entre otros factores en muy importante, que la articulación coxo-femoral esté sometida a sobreuso o no.

 

Es también más frecuente en la mujer y por supuesto, como secuela de traumatismos en la articulación.

 

 

Prevención de la artrosis de cadera

Al margen de las causas congénitas predisponentes, las cuales no se pueden evitar, la prevención fundamental para evitar la artrosis en la cadera es mantener un IMC que no alcance el sobrepeso ni la obesidad.

 

A su vez, practicar ejercicios que mantenga la movilidad de la articulación coxo-femoral, pero sin la carga corporal, bicicleta, natación, ejercicios en gimnasio sin “sentadillas”, etc.

 

La obesidad es uno de los factores de riesgo desencadenantes de la artrosis de cadera
 

 

Factores de riesgo de la artrosis de cadera

Los primeros son el sobrepeso y la obesidad, así como también el excesivo consumo de alcohol, que puede producir necrosis vascular y posteriormente artrosis. También son considerados factores de riesgo las anomalías anatómicas en la articulación y por supuesto secuelas de traumatismos.

 

 

Signos y síntomas de la artrosis de cadera

El primero y más significativo es el dolor inguinal, aunque muchas veces es confundido con las algias derivadas del plexo lumbosacro, es decir, del raquis lumbar.

 

Posteriormente, aparece dolor a la marcha, bipedestación, movilización de las caderas, pero fundamentalmente, al levantarse del asiento, realizando una marcha claudicante durante unos pasos y luego desaparece.

 

Esto se da en los primeros estadios, luego la claudicación es permanente; dificultad al sentarse, salir del automóvil, sobretodo, disminución del arco de movimiento de las caderas.

 

 

Deporte y artrosis de cadera ¿se puede hacer deporte con la enfermedad?

Realmente, en los estadíos iniciales, se puede realizar actividades físicas con las extremidades inferiores, que no supongan las cargas de las mismas, es decir, natación, bicicleta, movilización de las caderas en descarga, con aparatos, pero nunca soportando el peso corporal.

 

 

Tratamiento de la artrosis de cadera

Existe mucha variedad y relacionada directamente con la fase de la enfermedad. De todas formas, lo primero es descargar el miembro afectado, por ejemplo, un bastón, aunque está poco aceptado desde el punto de vista estético.

 

Realizar tratamiento rehabilitador, con asistencia fisioterápica analgésica y movilizadora para mejorar las limitaciones funcionales, por supuesto, analgésicos y aines. Los ejercicios en descarga, expuestos en el apartado anterior.

 

Finalmente, si el paciente se encuentra en un estado de limitación funcional importante, el tratamiento definitivo es la cirugía; la artroplastia total de cadera, que dependiendo de la edad y la situación clínica, pueden ser, cementadas, no cementadas, resurfacing. Mini-hip, etc.

 

La recuperación post-cirugía, es realmente muy agradecida, pues salvo complicaciones, puede realizar la bipedestación en 48-72 horas con ayudas e iniciar los ejercicios de movilización y fortalecimiento.

 

Si desea más información, consulte con un especialista en Traumatología.

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