Prótesis de hombro: 4 puntos clave

Editado por Ester Izquierdo Romagosa el 30/11/2024

En ocasiones, cuando existen lesiones importantes en el hombro, el tratamiento indicado para estos pacientes es la prótesis de hombro, que consiste en sustituir la articulación afectada por una artificial, que le permite realizar de nuevo todas sus funciones y mejora considerablemente la calidad de vida del paciente.

 

Indicaciones para la prótesis de hombro

En algunos pacientes, la articulación del hombro presenta un importante deterioro, que puede ser debido a destrucción articular por artrosis, a traumatismos previos con fractura, o bien por rotura masiva del manguito de los rotadores (el conjunto de músculos y tendones que proporcionan movilidad al hombro). Este deterioro ocasiona un dolor y una limitación de movilidad que imposibilitan a los pacientes realizar sus actividades habituales, lo que conlleva una considerable pérdida de calidad de vida.

En el caso de artrosis y roturas masivas de manguito, los pacientes suelen ser mayores de 65 años, aunque en algunas ocasiones se puede dar en pacientes más jóvenes, especialmente en los casos de fracturas.

Hombro normal (izquierda) y hombro con artrosis (derecha)

Tipos de prótesis de hombro

Una prótesis consiste en sustituir la articulación afectada por unos componentes metálicos y/o plásticos (polietileno), tanto a nivel de glena (zona de escápula que forma la articulación) como a nivel de cabeza de húmero.

Existen varios tipos de prótesis de hombro, pero, si concretamos, podemos establecer dos tipos más frecuentes:

  • Prótesis anatómica: guarda similitud con la forma anatómica del hombro (un componente cóncavo en la glena y un componente semi-esférico en el húmero). Está indicada en casos de artrosis con buen estado del manguito de los rotadores.
  • Prótesis inversa: diseñada al contrario que la anatomía normal, es decir, un componente semi-esférico en glena y un componente cóncavo en húmero. Está indicada en roturas masivas de manguito, con o sin artrosis añadida.
Prótesis anatómica (izquierda) y prótesis inversa (derecha)

Cirugía de prótesis de hombro: en qué consiste

Para colocar una prótesis, el traumatólogo debe realizar una incisión anterior en el hombro, a través de la cual accede a la articulación. Mediante un material específico, se realiza una resección de la zona deteriorada de la articulación y, en su lugar, se coloca la prótesis, que hace la función de una nueva articulación. Gracias a los grandes avances obtenidos, tanto desde el punto de vista de la anestesia como de la técnica quirúrgica, se han conseguido minimizar muy considerablemente los riesgos quirúrgicos, inherentes a cualquier tipo de cirugía.

Esta nueva articulación (la prótesis) elimina el dolor y mejora la movilidad, llegando en la mayoría de los casos a una movilidad prácticamente completa y sin dolor, con lo que mejora de forma importante la calidad de vida del paciente.

 

Postoperatorio de la cirugía de prótesis de hombro

Tras la cirugía, el paciente permanecerá ingresado durante un período de tres o cuatro días, como medida de control habitual en este tipo de cirugías. Asimismo, el paciente deberá mantener un cabestrillo durante aproximadamente tres semanas, tras lo cual iniciará movilizaciones de forma progresiva y realizará rehabilitación, que será variable en función de la evolución.

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