Prótesis completa: tipos y cuidados
La prótesis completa constituye uno de los tratamientos más anhelados y odiados por los pacientes al ser quizás el único tratamiento inmediato que en algunos casos puede ayudar al paciente a salir del apuro de ir sin dientes, pero también puede ser fuente de múltiples dificultades de adaptación y molestias.
En realidad, el título debería ser el de prótesis completa removible ya que actualmente la prótesis completa puede ser también fija debido al uso de los implantes.
Años atrás los portadores de este tipo de prótesis eran, fundamentalmente, personas mayores que habían ido perdiendo sus dientes progresivamente o con una dentición en muy mal estado. Hoy en día estas personas siguen llevando este tipo de prótesis en la inmensa mayoría de los casos, muchas veces en unas condiciones ciertamente deplorables debido a la falta de recursos económicos o simplemente a la ausencia de una adecuada información. Actualmente el uso más frecuente de este tipo de prótesis suele ser como prótesis inmediatas, previas a la realización de un tratamiento con implantes.
Prótesis dental completa
En las prótesis completas, vulgarmente conocidas como “dentaduras” podemos distinguir tres partes:
- La parte interna que contacta con la encía y el hueso residual de ambos maxilares es la que aporta la retención estática. Su sujeción se basa en el efecto tipo ventosa que produce la parte cóncava al apoyarse sobre la encía, ayudado por el efecto de capilaridad de la saliva. Por tanto, para que la prótesis se retenga es importante que haya un mínimo de hueso y encía y que el paciente tenga un buen flujo salival.
- La segunda parte de la prótesis es la superior u oclusal formada por los dientes. Es muy importante su colocación adecuada ya que ayudará a la estabilidad al masticar y a que la prótesis no se desajuste. En general, los dientes son de un tipo de resina que resiste el desgaste durante varios años.
- Finalmente, la parte exterior vendrá modelada en relación a las mejillas, labios y frenillos. Contribuye a la estabilidad de la prótesis y permite que el paciente pueda hablar, tragar, reír o ¡incluso estornudar!
Es muy importante comentar que la prótesis completa es un tratamiento muy dependiente del paciente. Esto significa que solo a través de la práctica el paciente será capaz de dirigir a la prótesis y no al revés. Lo cual exige una elevada dosis de paciencia y tiempo. Exactamente igual sucederá con el odontólogo.
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