Pérdida de audición: incidencia, diagnóstico y tratamiento
¿Es frecuente la pérdida auditiva? ¿A quién afecta?
La pérdida auditiva es un problema muy frecuente. Sobre todo afecta a dos tipos de edad diferentes, a los niños y a los adultos. En los adultos sabemos que hasta la mitad de la población por encima de 50 o 60 años tendrá un problema auditivo y ese problema aumenta hasta un 80% en personas de más de 80 años. En cuanto a los niños pequeños, en el nacimiento uno de cada 1200 niños puede tener un problema auditivo en un oído y uno de cada 5000 niños el problema auditivo puede ser severo y en los dos oídos.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de la pérdida auditiva también difiere según el grupo de edad que estemos intentando diagnosticar. En los adultos el diagnóstico es algo más sencillo ya que el adulto puede contestar cuando nosotros le estamos haciendo una audiometría.
Una audiometría con tonos normales o una audiometría con palabras o con frases. En cambio en el niño necesitamos, no solo una persona cualificada en el diagnóstico de hipoacusia infantil, sino también un aparataje o una serie de pruebas mucho más específicas en las que apoyarnos. Pruebas que, sin necesidad de colaboración del paciente, podemos saber si está oyendo o no está oyendo, cuánto está oyendo en cada uno de los dos oídos
¿Qué opciones de tratamiento existen? ¿Ha habido nuevos avances?
Actualmente las opciones de tratamiento son numerosas y cada vez más avanzadas. El primer tratamiento, una vez que tenemos un correcto diagnóstico, podría ser el uso de audífonos.
Los audífonos digitales de última generación dan una respuesta o una mejora auditiva mucho mejor que la que obteníamos previamente. Es importante elegir el audífono adecuado y que se lo programe la persona, el audiólogo o el audioprotesista adecuado. Por eso el especialista otólogo u otorrinolaringólogo le deberá remitir a la persona de confianza y a los audífonos adecuados.
Cuando los audífonos ya no son suficientes, bien porque no pueda hacerse uso de ellos, bien porque no quiera uno hacer uso de ellos o porque la pérdida es demasiado severa, entramos ya en el campo de los implantes, donde el abanico de posibilidades es amplio y un buen especialista le indicará implantes que pueden ponerse solamente en el hueso, implantes que puedan entrar hasta el oído interno y por tanto hacer frente a cualquier tipo de pérdida auditiva por severa o profundo que sea o, por último, implantes intermedios o implantes de oído medio que podemos implantar completamente dentro del paciente o parcialmente, dependiendo de las características de cada paciente y de cada pérdida auditiva.