Nódulo Tiroideo
Un nódulo tiroideo es un crecimiento localizado que tiene lugar en la glándula tiroides. El nódulo puede ser único o, con más frecuencia, múltiple, conformando un bocio multinodular.
En general, presenta una forma esférica, de tamaño diverso, que el paciente puede apreciar, al verse en un espejo. Dicho nódulo se localiza en la parte anterior y baja de cuello (a los lados y debajo de la manzana de Adán) y característicamente al deglutir asciende y desciende.
Incidencia y sintomatología
Aproximadamente entre un 4 a 8 % de la población tiene un nódulo tiroideo y, generalmente, es más frecuente en mujeres que en hombres.
En la mayoría de casos, la causa de la aparición de nódulos tiroideos no es bien conocida y en muchas ocasiones existe un componente genético importante.
El síntoma más frecuente es la presencia por observación o al palpar el cuello de un “bulto”.
Con menos frecuencia, puede existir: tos seca en forma crónica, inicio o incremento de roncar durante el sueño, dificultad al respirar, alteración al tragar cambio nel tono de voz.
Algunos pacientes manifiestan un incremento de la función tiroidea secundaria al nódulo, en este caso pueden tener crisis de taquicardia y/o arritmia cardiaca, sudoración excesiva.
El diagnóstico adecuado
La inspección y la palpación realizada por un médico especialista es la mejor manera de identificar la presencia de uno o varios nódulos tiroideos.
Posteriormente es conveniente realizar una ecografía de tiroides que permite conocer si los nódulos son sólidos, mixtos o quísticos. Además la ecografía, nos permite realizar una punción-aspiración que se lleva a cabo con aguja fina. Esto representa el método diagnóstico más fiable y preciso. La precisión se sitúa en torno a 95%.
Tratamiento: cirugía
La mayoría de los nódulos tiroideos suelen mantener un comportamiento estable pero es necesario realizar revisiones periódicas (6-9 meses) que permitan detectar precozmente alteraciones en el tamaño, características generales o en la función que obliguen a variar reajustar el tratamiento.
Sin embargo, los nódulos con biopsia sospechosa o diagnostica de un tumor benigno o maligno tienen que ser tratados de manera quirúrgica. Asimismo necesitan ser intervenidos quistes que reaparecen tras punción o nódulos que provoquen sintomatología o deformación estéticas (> 3 cm).
En los casos que sea necesaria una cirugía, según el diagnostico, se realizará una hemitiroidectomía con histmectomía o tiroidectomía total.
Con las nuevas técnicas quirúrgicas y el uso de modernos dispositivos quirúrgicos que permiten coagular los vasos sanguíneos con gran eficacia, la cirugía tiroidea es muy segura.
Hemos conseguido disminuir el tiempo operatorio y la hemorragia comparado con la técnica clásica y asimismo conseguimos realizar incisiones de menor tamaño que conllevan menor dolor postoperatorio, una recuperación más rápida y mejores resultados estéticos.