Mobbing, cuando el acoso en el trabajo termina afectando la autoestima
Cuando pensamos en mobbing laboral nos vienen a la mente sinónimos de acosar, perseguir sin dar tregua ni reposo, importunar sin descanso, acobardar o intimidar.
Pero, ¿qué busca una persona cuando hace mobbing a otra?
El principal objetivo del mobbing es que la persona acosada deje el trabajo de manera voluntaria y, para ello, “se le hace la vida imposible”. La técnica que el acosador (o acosadores) utiliza recuerda a la tortura de “la gota china” (o mal llamada “gota malaya), método de tortura psicológica que consiste en inmovilizar a la persona que, tumbada boca arriba, le va cayendo sobre la frente una gota cada 5 segundos. Dicho goteo repetido va lesionando la piel e impide que la víctima pueda dormir, lo que deriva en un estado de locura y muerte. En el mobbing el fin es similar: son acciones que, a través de la repetición, buscan desestabilizar psíquicamente al trabajador.
¿Qué actitudes definen el mobbing?
Heinz Leymann, psicólogo alemán, fue el primero en definir el mobbing, y estableció las diferentes acciones consideradas constitutivas de acoso:
- Evitar que la víctima mantenga el contacto social.
- Reducir las posibilidades de que la víctima se comunique con otros.
- Desacreditar la reputación de la persona.
- Reducir la tarea de realizar.
- Hacer actividades que afectan a la salud psíquica y física de la persona.
Por otra parte, la psiquiatra Marie France Hirigoyen define el mobbing como la “conducta abusiva a través del gesto, la palabra, el comportamiento o actitud, que atenta, por su repetición o sistematización, contra la dignidad o la integridad psíquica o física de una persona, poniendo en peligro su empleo y degradando el ambiente de trabajo”.
¿Cómo afecta el mobbing a la víctima?
El mobbing puede ser considerado como delito, de ahí que las acciones se ejerzan de manera camuflada en algo inofensivo, como “una gota de agua”.
Las personas que acosan buscan atacar y despreciar al trabajador en sus sentimientos, así como desacreditarlo profesionalmente, quedándose cada vez más aislado. De esta manera la persona se va sintiendo insegura, lo que favorece que se equivoque y tienda a culparse.
La afectación en la víctima deriva en trastornos del estado de ánimo, de ansiedad y/o psicosomáticos. La humillación hace que la persona vaya sintiéndose en una posición de inferioridad sostenida, algo que mina de manera muy importante su autoestima.
¿Cómo será la terapia psicológica en una persona víctima de mobbing?
El tratamiento por parte del especialista en Psicología se basa en que la persona sea consciente del trauma. Esto significa reconocer el dolor sufrido y los hechos negativos que hayan ocurrido. A continuación se podrá ahondar un poco más, en el mundo interno de la persona y sus patrones de conducta, para conocer, entender y ser capaz de prevenir el futuro.
Hay un aspecto muy importante a tratar, y es el hecho de ocuparse de los sentimientos de culpa ligados a la experiencia, y todo aquello relacionado con el hecho de no haberse sentido capaz de afrontar y superar. Es necesaria una comprensión plena de lo vivido y, paralelamente, mirar hacia delante y un nuevo futuro laboral, rescatando las capacidades que la persona posee para tener éxito.
Las actitudes de mobbing pueden derivar en un trastorno del estado de ánimo, depresión e incluso manifestaciones psicosomáticas en forma de contracturas. Muchos pacientes no son conscientes de estar sufriendo mobbing, pero un especialista en Psicología puede ayudarle a abrirse, explicar cómo se siente y poder potenciar sus recursos y capacidades.