Meniscos: tipos de lesiones, cirugía y tratamientos

Escrito por: Dr. Miguel Ángel Hernán Prado
Publicado:
Editado por: Anna Raventós Rodríguez

Los meniscos son dos estructuras formadas por fibrocartílago, que se encuentran entre las superficies de la tibia y el fémur, con forma de medialuna. Las lesiones meniscales son una de las más frecuentes que sufrimos derivadas de la práctica deportiva. El Dr. Miguel Ángel Hernán Prado, Traumatólogo y Experto en Meniscos, explica cuáles son las lesiones que se pueden sufrir, así como los tratamientos y rehabilitación a recibir, y en qué casos es necesaria la cirugía.

 

Lesiones de meniscos: ante qué síntomas acudir al médico

Los meniscos son una parte de la articulación de la rodilla, que ponen en contacto la superficie plana del hueso de la tibia con la superficie redondeada del fémur, realizando una función de congruencia articular. Los meniscos ayudan a la distribución del líquido sinovial, con lo cual se favorece la nutrición y lubrificación articular.

 

Otra de las funciones que también tienen los meniscos es servir como amortiguadores para mitigar y distribuir la carga a través de la superficie de la tibia cuando estamos de pie. Además, ayudan a la estabilidad articular de la rodilla de forma conjunta con los ligamentos cruzados.

 

Ante qué síntomas acudir al médico

Si al realizar algunos movimientos, notamos molestias o dolor situado en la cara externa o interna de la rodilla, puede ser que suframos una rotura meniscal. En otras ocasiones se pueden llegar a producir derrames o bloqueos en la articulación que impidan la movilidad en extensión, de la rodilla.

 

Ante la situación de experimentar un dolor en la rodilla, de una forma brusca, debe realizarse un tratamiento con hielo, antiinflamatorios y reposo, con una duración de 8 a 10 días. Si este dolor persiste, debemos acudir a un médico especialista en esta articulación, para poder conocer cuál es el grado de afectación de esta lesión, y así contar con una adecuada exploración de la zona afectada y si es necesario realizar una Resonancia Magnética Nuclear.

 
Ante la situación de experimentar un dolor en la rodilla, debe realizarse un tratamiento con hielo, antiinflamatorios y reposo

 

Tipos de lesiones a sufrir en el menisco de la rodilla

Los tipos de lesiones de los meniscos van a depender de los diferentes mecanismos de producción.

 

Existen dos tipos muy frecuentes, las cuales pueden surgir de diferentes maneras:

 

  • Roturas traumáticas: este tipo de lesiones acostumbran a surgir tras un movimiento de rotación y/o de flexión de la rodilla, y suelen aparecer durante la práctica de deporte o tras una caída o giro brusco casual.
  • Roturas de tipo degenerativo: éstas se producen por la degeneración progresiva sufrida en el menisco con la edad y con los microtraumatismos; este tipo de lesiones no requiere de ningún traumatismo aplicado.

 

Meniscopatía: tratamientos, cirugía y rehabilitación

Dependiendo de la tipología de la lesión y del nivel de alteración funcional que haya provocado la meniscopatía, el tratamiento que debe aplicarse puede ser de carácter quirúrgico o bien conservador:

  • Tratamiento conservador para la meniscopatía: consiste en una primera fase inicial de situación de reposo, en la cual aplicar frío y antiinflamatorios; tras esto el paciente se somete a un tratamiento de fisioterapia para la reeducación funcional y darle más potencia al tono muscular.

En estos casos, el tratamiento se puede complementar con un suplemento oral de condroprotectores (Glucosamina y Condroitina), y en ocasiones infiltraciones intraarticulares, elementos que colaboran en la mejora de la sintomatología, principalmente en las roturas degenerativas.

 

  • Tratamiento quirúrgico: se requiere de la realización de una artroscopia de rodilla; esta cirugía consiste en la introducción de una cámara de fibra óptica y del material quirúrgico por medio de dos pequeñas incisiones en la parte anterior de la rodilla.

Según la situación y el tipo de rotura que se padezca, se optará por la resección parcial de una parte del menisco, o bien por la realización de una sutura en aquellos casos que sea posible.

 

Cada persona padece un nivel distinto de dolor y/o de incapacidad funcional provocada por esta lesión, por lo que las necesidades quirúrgicas y de recuperación son muy distintas, debiendo ser analizadas personalmente.

 

En el menisco únicamente debe procederse con una cirugía inmediata cuando se esté produciendo el bloqueo de la articulación de la rodilla.

 

Al tratarse de unas estructuras vitales para el funcionamiento de la rodilla debemos de tratar de ser lo más conservadores posibles, y en los casos en que tengamos que realizar la cirugía intentar siempre una sutura antes que una resección.

 

En aquellos casos en que se tenga que optar por una intervención quirúrgica, la recuperación en el postoperatorio suele consistir en un proceso rápido, que permita al paciente recuperar lo antes posible la movilidad y la deambulación.

 

La cirugía articular de rodilla por medio de artroscopia, suele realizarse con anestesia local o regional y de manera ambulatoria. El paciente necesita del uso de muletas y tiene movilidad de forma inmediata. Tras dos semanas, los puntos son retirados y no existe necesidad de continuar con muletas. Se puede volver a practicar deporte tras cinco semanas después de la operación.

Por Dr. Miguel Ángel Hernán Prado
Traumatología

Reconocido experto en cirugía artroscópica de hombro y rodilla, con más de 20 años de experiencia en hospitales privados y públicos. Ha pubicado numerosos artículos en revistas científicas nacionales e internacionales, además de asistir en calidad de ponente a múltiples congresos de la especialidad.

En la actualidad, es jefe de sección de Cirugía Ortopédica y Traumatología en el Hospital Vithas Prado Aravaca.

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