Los beneficios de la vitamina E y la sopa de pollo

Escrito por: Dr. Pascal Mensah
Publicado:
Editado por: Carlota Pano

La sopa de pollo es un plato reconfortante no solo con un sabor delicioso, sino también con propiedades nutritivas, entre los cuales se encuentre la presencia de la vitamina E. Este nutriente, conocido por sus poderosas propiedades antioxidantes, desempeña un papel crucial en la protección de nuestras células. 

 

La sopa de pollo proporciona nutrientes esenciales para fortalecer el sistema inmunológico

 

¿Cuál es el papel de la vitamina E en la inmunidad?

La vitamina E desempeña un papel crucial en el sistema inmunológico debido a sus propiedades antioxidantes y su capacidad para influir directamente en la función de las células inmunitarias. A continuación, se detallan los principales mecanismos y funciones de la vitamina E en la inmunidad:

 

1. Propiedades antioxidantes

Protección contra el daño oxidativo: La vitamina E es un antioxidante soluble en lípidos que protege las membranas celulares del daño causado por los radicales libres. Este daño puede perjudicar negativamente la función de las células inmunitarias.

Mantenimiento de la integridad celular: Al proteger los lípidos de las membranas celulares, la vitamina E ayuda a mantener la integridad y funcionalidad de las células inmunitarias.

 

2. Modulación de la respuesta inmunitaria

Estimulación de células inmunitarias: La vitamina E puede aumentar la proliferación de linfocitos T, que son esenciales para la respuesta inmunitaria adaptativa. También mejora la actividad de las células natural killer (NK), que juegan un papel crucial en la defensa contra virus y células tumorales.

Producción de anticuerpos: La vitamina E puede mejorar la respuesta humoral del sistema inmunológico, aumentando la producción de anticuerpos por los linfocitos B.

 

3. Efectos anti-inflamatorios

Reducción de la inflamación crónica: La vitamina E puede reducir la producción de citoquinas proinflamatorias, moléculas que pueden contribuir a la inflamación crónica y al daño tisular. Esto ayuda a mantener un equilibrio en la respuesta inflamatoria, previniendo la inflamación excesiva que puede dañar a los tejidos.

 

4. Apoyo a la inmunidad en ancianos

Mejora de la inmunidad en personas mayores: La función inmunitaria tiende a disminuir con la edad. Se ha demostrado que la suplementación con vitamina E en personas mayores puede mejorar la respuesta inmunitaria, aumentando la proliferación de linfocitos y la actividad de las células NK.

 

5. Función en la inmunidad innata y adaptativa

Inmunidad innata: La vitamina E mejora la función de los neutrófilos y macrófagos, que son componentes esenciales de la inmunidad innata. Estas células fagocitan patógenos y presentan antígenos para activar la respuesta adaptativa.

Inmunidad adaptativa: Aumenta la proliferación y función de los linfocitos T y B, que son esenciales para la memoria inmunológica y la producción de anticuerpos específicos.

 

6. Fuentes de vitamina E

Para garantizar un consumo adecuado de vitamina E, es recomendable incluir en la dieta alimentos como:

  • Aceites vegetales: aceite de girasol, aceite de oliva, aceite de almendra.
  • Frutos secos y semillas: almendras, semillas de girasol, avellanas.
  • Verduras de hoja verde: espinacas, brócoli.
  • Otros: aguacate, germen de trigo, y cereales fortificados.

 

En resumen, la vitamina E es esencial para mantener una función inmunitaria óptima debido a su capacidad para proteger las células inmunitarias del daño oxidativo, mejorar la respuesta inmunitaria y reducir la inflamación. Una dieta equilibrada que incluya fuentes adecuadas de vitamina E puede contribuir significativamente a la salud del sistema inmunológico.

 

Moriguchi, S. and Kaneyasu, M. (2004). Role of vitamin e in immune system. Journal of Clinical Biochemistry and Nutrition, 34(3), 97-109. https://doi.org/10.3164/jcbn.34.97

Meydani, S., Barkiund, P., Liu, S., Meydani, M., Miller, R., Cannon, J., Morrow, F., Rock, R., & Blumberg, J. (1990). Vitamin E supplementation enhances cell-mediated immunity in healthy elderly subjects.. The American journal of clinical nutrition, 52 3, 557-63 . https://doi.org/10.1093/AJCN/52.3.557.

 

¿Por qué se dice que la sopa de pollo es beneficiosa cuando estamos enfermos?

La sopa de pollo ha sido considerada durante mucho tiempo como un alimento reconfortante y beneficioso para la salud, especialmente cuando estamos enfermos. Si bien no existe una cura mágica para los resfriados u otras enfermedades, hay varias razones por las que la sopa de pollo puede ayudarnos a sentirnos mejor:

“Se ha demostrado que la sopa de pollo es útil para los resfriados en un estudio”, dice Len Horovitz, instructor clínico de medicina en el Weill Cornell Medical College en la ciudad de Nueva York.

Los investigadores descubrieron que la sopa de pollo inhibe la actividad de los glóbulos blancos conocidos como neutrófilos, lo que reduce su movimiento cuando se observa en platos de laboratorio. No obstante, es importante recordar que una taza caliente de sopa de fideos de pollo no sustituye una visita al médico.

 

1. Hidratación

La sopa de pollo es una excelente fuente de líquidos, la cual es crucial cuando estamos enfermos, ya que la fiebre, la sudoración y la diarrea pueden provocar deshidratación. Beber líquidos abundantes ayuda a reponer los fluidos perdidos y mantener el cuerpo hidratado, lo que favorece la recuperación.

 

2. Electrolitos

La sopa de pollo, especialmente si se prepara con caldo casero, contiene electrolitos como sodio y potasio. Los electrolitos son minerales esenciales que ayudan a regular el equilibrio de líquidos en el cuerpo y son importantes para la función muscular y nerviosa. Cuando estamos enfermos, podemos perder electrolitos a través de los fluidos corporales, por lo que consumirlos en la sopa puede ser beneficioso.

 

3. Propiedades antiinflamatorias

Algunos ingredientes comunes en la sopa de pollo, como las cebollas, el ajo y el jengibre, poseen propiedades antiinflamatorias. La inflamación es una respuesta natural del cuerpo a las infecciones, pero puede causar síntomas como dolor, hinchazón y fiebre. Las propiedades antiinflamatorias de estos ingredientes pueden ayudar a reducir la inflamación y aliviar algunos de estos síntomas.

Facilidad de digestión: La sopa de pollo es un alimento suave y fácil de digerir, lo cual es importante cuando estamos enfermos, ya que el sistema digestivo puede estar más sensible. La textura suave de la sopa no requiere un esfuerzo digestivo significativo y permite que el cuerpo se concentre en la recuperación.

 

4. Calor y confort

El calor de la sopa de pollo puede ayudar a aliviar la congestión nasal y proporcionar una sensación reconfortante. Además, el sabor y aroma de la sopa pueden ser agradables y estimular el apetito, lo cual puede ser útil cuando estamos enfermos y tenemos poco apetito.

 

5. Nutrientes adicionales

La sopa de pollo, especialmente si se prepara con verduras y proteínas magras, puede proporcionar nutrientes adicionales que son importantes para la recuperación, como vitaminas, minerales y proteínas. Estos nutrientes son esenciales para fortalecer el sistema inmunológico y reparar los tejidos dañados.

 

Es importante tener en cuenta que la sopa de pollo no es un sustituto de la atención médica. Si experimenta síntomas graves o persistentes, como fiebre alta, dificultad para respirar o dolor intenso, es fundamental consultar con un médico.

En resumen, la sopa de pollo puede ser una opción beneficiosa cuando estamos enfermos debido a su capacidad para hidratar, reponer electrolitos, reducir la inflamación, facilitar la digestión, proporcionar calor y confort, y aportar nutrientes adicionales. Sin embargo, es importante recordar que no reemplaza la atención médica y que se debe consultar con un médico si los síntomas son graves o persistentes.

 

Chicken Soup for the Treatment of Respiratory Infections https://doi.org/10.1016/j.chest.2020.06.062.

Duan, W., Liang, L., Huang, Y., Zhang, Y., Sun, B., & Li, L. (2021). Effect of ginger on chemical composition, physical and sensory characteristics of chicken soup. Foods, 10(7), 1456. https://doi.org/10.3390/foods10071456.

 

Dieta equilibrada (como la dieta mediterránea) para una salud inmunológica óptima

Una dieta equilibrada rica en una variedad de alimentos, incluyendo vegetales, granos enteros, frutas y proteínas magras, es esencial para proporcionar los nutrientes necesarios para una salud inmunológica óptima.

Por Dr. Pascal Mensah
Medicina Familiar

El Dr. Pascal MENSAH es un reconocido médico familiar radicado en Palma de Mallorca, especializado en inmunología, con un enfoque particular en inmunometabolismo. Posee más de 24 años de trayectoria en el ámbito médico. Su expertise abarca trastornos metabólicos, incluyendo diabetes tipo I y II, y patologías relacionadas con el sistema inmunológico, tales como infecciones crónicas (con énfasis en el virus Epstein-Barr) y enfermedades autoinmunes, como patologías inflamatorias. Además, tiene una profunda experiencia en nutrición y ayuno, destacando en ayuno intermitente.

De origen francés, el Dr. Pascal  MENSAH ha dedicado más de cinco años a su práctica médica en las Islas Baleares, después de trabajar por más de dos décadas en el sistema de salud francés. Ofrece consultas en español, francés e inglés. Es un reconocido conferencista internacional en temas de inmunología relacionados con patologías crónicas y es miembro de la British Society of Immunology (BSI).

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