La relación entre el hipotiroidismo y la alimentación
Escrito por:
Dr. Fernando García Pérez-Sevillano
Endocrinólogo
Publicado el: 08/02/2023
Editado por: Leo Santos
El hipotiroidismo produce sintomatología muy diversa e inespecífica. Algunos de sus síntomas como el cansancio son tan generales que a menudo pueden estar presentes en personas que no tienen problemas de tiroides. Sin embargo, ante su aparición debería realizarse una analítica con determinación de hormonas tiroideas en sangre.
Además, el grado de percepción de estos síntomas puede ser muy variable, de hecho, con los mismos valores hormonales, algunas personas tendrán muchos síntomas y otras casi ninguno.
Los síntomas más característicos son cansancio, somnolencia, mala tolerancia al frío, incremento de peso, acumulación de líquido e hinchazón, estreñimiento, sequedad cutánea, caída de cabello, aumento de colesterol, etc.
Hipotiroidismo y aumento de peso
Es cierto que un hipotiroidismo no diagnosticado o infratratado puede favorecer el incremento de peso, principalmente por aumento de retención de líquidos en los tejidos a nivel general, describiendo la persona que se siente “hinchada”.
En el caso de un hipotiroidismo severo no tratado, las ganancias no suelen superar los 5 kg. Afortunadamente al iniciar el tratamiento con la dosis adecuada de hormona tiroidea el paciente puede volver a su peso habitual y se reduce el estado de edematización de los tejidos.
Una vez controlado el hipotiroidismo, si existe ganancia de peso no se podría atribuir al hipotiroidismo y habría que valorar otros factores que pudiesen estar contribuyendo (alimentación, falta de actividad física, estilo de vida, estrés, ingesta emocional, escaso descanso nocturno, metabolismo, genética, etc).
El hipotiroidismo no diagnosticado o infratratado puede favorecer el incremento de peso,
principalmente por aumento de retención de líquidos en los tejidos a nivel general.
La importancia de la nutrición para un correcto funcionamiento del tiroides
Existen muchas dudas sobre el tipo de dieta recomendable para asegurar un correcto funcionamiento del tiroides. A continuación se explican los micronutrientes más importante que intervienen:
El yodo es el mineral imprescindible para la formación de hormonas tiroideas. La deficiencia severa de yodo es una causa frecuente de hipotiroidismo a nivel mundial, sin embargo es poco habitual su aparición en España salvo en personas vegetarianas donde su consumo puede ser insuficiente.
Podemos cubrir nuestros requerimientos de yodo mediante el consumo de sal yodada o alimentos ricos en yodo como pescados, mariscos, lácteos y huevos. En casos particulares como las mujeres durante el embarazo y la lactancia pueden requerir suplementación con yodo.
Sin embargo, también un exceso de yodo puede favorecer a veces el hipotiroidismo (efecto Wolff–Chaikoff) como por ejemplo por una ingesta muy elevada de algas marinas o consumo de un fármaco antiarrítmico llamado amiodarona.
Otro micronutriente importante para asegurar un correcto funcionamiento del tiroides es el selenio, presente pescados, mariscos, huevos, pasta o pan integral. Se ha demostrado que su suplementación puede mejorar la oftalmopatía de Graves en personas con hipertiroidismo autoinmune.
Por otro lado existen alimentos denominados “bociógenos” que pueden interferir en la absorción del yodo o en la secreción de hormonas tiroideas y favorecer un aumento del tamaño del tiroides (bocio), como son la soja o derivados, brócoli, coliflor o kale, en los que su consumo no está prohibido pero sí debe ser moderado.
Con respecto a la vitamina D, existen algunos datos que asocian un déficit de vitamina D con la patogénesis del hipotiroidismo autoinmune, por lo que habría que valorar su suplementación en el caso de objetivarse un déficit de vitamina D.
En cuanto al hierro, su déficit (ferropenia) puede alterar la síntesis de hormonas tiroideas por múltiples mecanismos (reducir la conversión periférica de T4 a T3 y producir un aumento de la desyodación de T4 y T3 hacia rT3), por lo que es conveniente mantener niveles normales en sangre.
Por último, existe controversia entre el gluten y el hipotiroidismo autoinmune o de Hashimoto. Existen entradas en foros o redes sociales donde aseguran la curación de la tiroiditis de Hashimoto mediante una dieta sin gluten. A día de hoy esta aseveración no tiene base científica que la sustente.
Dada la alta prevalencia de enfermedad tiroidea autoinmune y enfermedad celiaca, se debe realizar un screening mediante determinación de anticuerpos para la celiaquía.
En conclusión, la evidencia actual indica un potencial papel beneficioso de la dieta en la patología tiroidea y enfermedad tiroidea autoinmune, pero existen aún algunas áreas por esclarecer y mayor evidencia científica para hacer recomendaciones sólidas.
¿Es muy común el hipotiroidismo a nivel español?
Los resultados de un estudio de prevalencia nacional en España muestran que una gran proporción de la población adulta de nuestro país (aproximadamente 10%) padece una disfunción tiroidea, de los cuales el hipotiroidismo supone el 9,1% de la población española (hipotiroidismo en tratamiento e hipotiroidismo subclínico), mientras que el hipertiroidismo supone el 0,8% de población.
En mujeres la prevalencia total fue de 14,4% y de 5,3% en hombres.
¿Cuándo se debe solicitar estudio de hormonas tiroides?
Debido a la alta prevalencia de patología tiroidea en la población, se debe solicitar analítica de hormonas tiroideas en los siguientes supuestos:
Sospecha clínica de hipotiroidismo o hipertiroidismo Antecedentes familiares de primer grado de patología tiroidea Coexistencia de otras enfermedades autoinmunes Presencia de enfermedades psiquiátricas Mujeres con deseo gestacional Personas asintomáticas a partir de los 35 años.
En caso de presentar niveles alterados de hormonas tiroideas, se debe consultar con un médico especializado en tiroides para un adecuada control, especialmente mujeres con deseo gestacional y embarazadas donde el control es de vital importancia para prevenir problemas obstétricos o del desarrollo del feto.