La importancia del control pediátrico en niños sanos
Escrito por:Tan importante es prevenir como curar. El control del bebé sano es fundamental tal y como explica el Dr. Valle Traid: “los controles de un niño sano sirven para detectar problemas que pasan desapercibidos para la familia o bien no se les da la importancia que en realidad tiene y que no les hacen ir a consultarlo a tiempo. Por ejemplo problemas de alimentación, de crecimiento, de comportamiento, etc”.
Las consultas regulares al médico son una oportunidad para revisar la salud del pequeño y controlar su crecimiento y desarrollo
El doctor explica que en su consulta programan una visita mensual durante el primer año, trimestral en el segundo año, semestral en el tercero y anual posteriormente. Durante el control pediátrico se revisa el peso, talla, perímetro cefálico, desarrollo físico y psicomotor, encuesta de la alimentación y estado vacunal. Este chequeo completo es necesario para detectar alguna desviación de la normalidad y aprovechar la edad temprana del paciente, ya que la enfermedad no habrá evolucionado tanto como si fuera detectada a mayor edad.
A las pruebas médicas mencionadas se le añade el chequeo de la agudeza visual de forma anual a partir del año de vida, y una vez cumplidos los tres años también se revisa la huella plantar y la espalda.
¿Qué se puede detectar en estos primeros chequeos médicos que se realizan a los recién nacidos?
Durante el primer año hay que realizar chequeos con frecuencia para detectar problemas que hayan pasado desapercibidos tras el parto, orientar a la familia en la alimentación del bebé, controlar su desarrollo psicomotor, comprobar su adecuada ganancia de peso y talla, poner las vacunas, etc.
¿Por qué es importante que los padres no esperen a que el niño enferme para llevarlo al médico?
Si no se hace un seguimiento con frecuencia se pueden diagnosticar tarde problemas que, si se hubieran cogido a tiempo, hubieran tenido una solución más fácil y un mejor pronóstico; y si se diagnostican tarde pueden tener secuelas permanentes.
El control es una necesidad y el pediatra una guía para la crianza del niño, ya que enseña a los padres los cuidados que necesita y adapta sus métodos a la realidad de cada familia.