La importancia de una buena salud podológica en la infancia

Escrito por:

Dr. Álvaro Fernández Garzón

Podólogo

Publicado el: 17/01/2023
Editado por: Margarita Marquès


 

La mayoría de los niños que acuden a nuestras consultas de Podología es por motivos de pisada y forma de andar. Muchos padres dudan si la pisada de su niño/a es la correcta. En consulta resolvemos dudas con pacientes desde los dos años y hacemos un seguimiento anual, aunque no indiquemos tratamiento, con el objetivo de supervisar la evolución de sus pies. 

 

Otra consulta frecuente son las uñas clavadas desde muy pequeños. Cuando comienza el gateo, si lo realizan con calzados no adecuados o con calcetines muy apretados, las uñas corren el riesgo de clavarse. 

 

A partir de los 6 años pueden comenzar dolores de crecimiento en sus talones o rodillas, los cuales tratamos en consulta mediante plantillas. Las plantillas van a calmar esos dolores que pueden durar años y ayudarán a una más rápida osificación de sus huesos. 

 

El pie es parte fundamental del desarrollo psicomotriz del bebé

 

 

¿Cómo podemos saber si los pies de los niños están bien?

Acudir a la consulta y supervisar la correcta formación de sus pies es la mejor forma de asegurarse.

 

El uso de calzado flexible, ancho y con suela delgada, ayudará al correcto desarrollo de sus pies. Hasta los 4 años, pasar la mayor parte del tiempo descalzo posible, favorecerá un correcto desarrollo de sus pies. 

 

 

Es importante, sobre todo, si existen dudas sobre su pisada. Debemos observar que nuestro niño/a es muy inestable, se cae mucho o existen antecedentes de pies planos en la familia.

 

 

¿Qué importancia tiene una buena salud podológica en la infancia?

El pie es parte fundamental del desarrollo psicomotriz del bebé, por su gran sensibilidad hacia el terreno que pisa. Un pie y una pisada sana debe encargarse de reconocer y adaptarse al terreno que pisa de manera inconsciente y, al mismo tiempo, ser estable para que todas las articulaciones ascendentes realicen mejor su trabajo.

 

Si un pie no reconoce y se adapta al terreno, difícilmente será estable y, por ello, es importante trabajar en la prevención y desarrollo del pie de los niños/as. 

 

Si un pie no es estable, otras articulaciones y músculos superiores harán un sobre trabajo estabilizador, y esto desencadena patologías futuras.

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