La epilepsia en el daño cerebral adquirido
Escrito por:La epilepsia es una complicación bastante frecuente en pacientes con daño cerebral adquirido. En algunos casos el primer episodio epiléptico puede suceder meses incluso años después de la lesión cerebral, aunque en la mayoría de las veces pueden controlarse mediante los fármacos adecuados. Es necesario visitar al neurólogo tras un primer episodio para descartar otros factores que puedan influir en la aparición de las crisis y elegir el tratamiento adecuado.
Tipos de crisis
Las crisis epilépticas pueden ser parciales o generalizadas. Las primeras se inician en una zona delimitada de un hemisferio cerebral, mientras que las generalizadas son debidas a una descarga bilateral en un área amplia del cerebro. En algunas ocasiones crisis con un origen parcial acaban generalizando de manera secundaria. A veces esta generalización es tan precoz que sólo observamos esta fase de la crisis.
Además de la epilepsia de causa estructural o metabólica, como la que encontramos en daño cerebral adquirido, existe la epilepsias genética, cuya predisposición hereditaria es conocida e idiopáticas, de las que se conocen sus características y pronóstico, aunque no la medicina aún no ha identificado etiología. En algunas ocasiones, a pesar de hacer el estudio, somos incapaces de conocer su origen, estaríamos hablando de una epilepsia de causa desconocida.
En cuanto a su diagnóstico, lo primero es acudir a la consulta del neurólogo ante la sospecha de sufrir una crisis o la propia enfermedad. Conocer la historia clínica de cada paciente es fundamental para la toma de decisiones, más aún cuando se trata de personas con daño cerebral adquirido. Entre las pruebas que se realizan para establecer mejor las características y el origen de las crisis destacan la resonancia magnética y el electroencefalograma.
Tratamiento
El tratamiento de la epilepsia distingue entre la prevención y el propio tratamiento farmacológico. Evitar los estímulos luminosos intermitentes en algunos tipos de epilepsia, cuidar el sueño, y no ser imprudente en el consumo de alcohol puede ser básico a la hora de evitar una crisis epiléptica. En cuanto al tratamiento farmacológico, éste dependerá de la edad del paciente, los efectos secundarios y sobre todo del tipo de crisis. Con una terapia farmacológica, tres de cada cuatro pacientes acaban controlando su epilepsia, e incluso se puede plantear una retirada de la medicación en muchas ocasiones , bajo consenso médico-paciente, entre los 2 y 5 años libre de crisis.