La ecografía músculo-esquelética como método diagnóstico

Editado por Yoel Domínguez Boan el 30/11/2024

La ecografía es una técnica de imagen en constante evolución que utiliza los ultrasonidos para ver las estructuras de cuerpo humano. La validez en la ecografía musculoesquelética está sobradamente probada y los avances tecnológicos en los últimos años han hecho que tanto los aparatos como las imágenes mejoren sustancialmente y podamos diagnosticar más y mejor.

La ecografía es una técnica de imagen, barata, disponible, accesible, inocua, dinámica que la ha convertido en una de las exploraciones complementarias de ayuda al diagnóstico de la patología del aparato locomotor.

La ecografía músculo-esquelética es una excelente herramienta de diagnóstico por imagen para evaluar tejidos blandos, aportando detalle anatómico, visualización multiplanar y en tiempo real.

Es un tipo de ecografía que valora el aparato locomotor (tendones, ligamentos, músculos, hueso…) desde su anatomía ecográfica hasta el extenso abanico de su patología, y también nos sirve para el tratamiento y el posterior seguimiento. Con equipos de alta gama y sondas de alta frecuencia (MHZ) y en manos expertas se pueden valorar también los nervios y su patología.

Otro de los puntos fuertes de la ecografía musculoesquelética es el poder realizar un estudio dinámico en tiempo real donde se puede valorar como estructuras tendinosas, musculares se comportan con el movimiento y ello hace que el diagnóstico y posterior tratamiento sea más preciso y eficaz.

En la ecografía musculoesquelética cobra especial relevancia una buena anamnesis y exploración física que complementamos con la ecografía, para enfocar mejor su realización y la interpretación de lo visualizado.

 

 

¿Para qué sirve la ecografía músculo esquelética?

La ecografía musculoesquelética sirve para valorar los tendones, ligamentos, musculo, huesos, vasos sanguíneos y nervios del aparato locomotor.

Es una técnica indicada para toda la población e incluso se puede utilizar en niños y embarazadas, porque no emite radiaciones ionizantes.

No necesita una preparación previa específica excepto ropa cómoda y fácil de quitar.

 

La ecografía músculo-esquelética es una herramienta excelente como método diagnóstico
 

 

¿Qué trastornos permite tratar?

Con la ecografía músculo-esquelética se pueden visualizar una serie de estructuras anatómicas, principalmente las partes blandas, como la piel, el tejido subcutáneo, los músculos, los nervios periféricos, los ligamentos, bursas, la cápsula sinovial articular y las superficies óseas. En ellas se pueden localizar distintos problemas, como por ejemplo lesiones por traumatismos, por sobreuso, lesiones deportivas, infecciones, petología inflamatoria, tumoraciones...

 

 

¿Cuándo se utiliza el ultrasonido músculo-esquelético?

El ultrasonido músculo-esquelético sirve fundamentalmente para valorar las lesiones del aparato locomotor:

  • Valoración morfológica.
  • Valoración de lesiones: extensiones, afectaciones superficiales profundas, caracterización de lesiones para diferenciar entre malignidad y benignidad.
  • Diagnóstico precoz de lesiones o de tumores, junto con punciones o biopsias ecoguiadas.
  • En el hombro, sirve para desgarros tendinosos o del manguito rotador. El 80% de la patología de hombro se diagnostica con ecografía.
  • Codo, rodilla, piernas.
  • Muñeca: cambios tempranos de artritis reumatoide, síndrome del túnel carpiano.
  • Cadera: inflamación de las bursas o tendones, presencia de líquido en as articulaciones o cadera neonatal.
  • Esguinces o desgarros ligamentosos de tobillo.
  • Fascitis, quistes en el pie.
  • Cuerpos extraños en partes blandas.

 

 

¿Tiene algún riesgo la ecografía?

La ecografía se trata de una técnica inocua, aunque tiene algunas limitaciones, ya que, si no se han optimizado sus parámetros, no se puede obtener una imagen óptima.

A su vez, la ecografía se trata de una prueba que requiere ser puesta en marcha por un operador dependiente, y necesita que el operador sea experto en el tema.

A su vez, no siempre se puede explorar como se desea al paciente. Un ejemplo sería por ejemplo la grasa, el gas presente en el cuerpo o los huesos, que pueden impedir al ultrasonido atravesar estos tejidos y, por lo tanto, no obtener imágenes válidas para el diagnóstico.

A modo de conclusión, se puede decir que los ultrasonidos se tratan de una herramienta excelente para diagnosticar patologías músculo-esqueléticas siempre que esté en manos de profesionales entrenados y con un equipamiento adecuado.

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