La cirugía ortognática
La cirugía ortognática es una rama de la especialidad de cirugía maxilofacial que se combina con la ortodoncia para corregir severas malformaciones faciales y de los maxilares.
Normalmente las deformidades faciales aparecen cuando uno o varios de los huesos que componen la cara presentan un crecimiento anormal, tanto por exceso o por defecto, dando lugar a posibles asimetrías faciales y maloclusiones dentales que afectan a la función masticatoria e incluso pueden causar dolores musculares y articulares.
La cirugía ortognática está indicada para pacientes adultos, que hayan finalizado el crecimiento por completo, con problemas esqueléticos severos que impidan una correcta función masticatoria o que estén preocupados por su apariencia estética facial. Y el tratamiento debe ser realizado por un ortodoncista cualificado: que tenga experiencia y esté especializado en tratar este tipo de maloclusiones dentales.
El tratamiento se inicia con una primera visita que tiene como objetivo realizar un examen clínico, se toman también registros clínicos (radiografías, fotografías, mediciones faciales y modelos) que mediante programas informáticos permiten al ortodoncista estudiar en profundidad los problemas que presenta el paciente y llegar a un diagnóstico. A partir de ahí se planifica, conjuntamente con el cirujano, el tratamiento necesario para la corrección dental, esquelética y facial.
Posteriormente se presenta al paciente la propuesta de tratamiento describiéndole los objetivos estéticos y funcionales, el tipo y la secuencia de aparatos que se utilizarán, los movimientos quirúrgicos que se realizarán en el momento de la cirugía… y, por supuesto, se resuelven las dudas que tenga el paciente referente al tratamiento pre y post cirugía.
Durante la preparación ortodóncica el ortodoncista coloca los dientes en una posición predeterminada para que durante la cirugía se movilicen las estructuras óseas a tratar hasta que los dientes cierren correctamente, para así conseguir una buena función masticatoria y una correcta estética facial y dental proporcionando una bonita sonrisa.
Los avances en la aparatología de ortodoncia que existen en la actualidad permiten realizar tratamientos de ortodoncia invisible, con brackets linguales, incluso en los pacientes que requieren cirugía ortognática.
Tras un corto postoperatorio (normalmente 24 horas) el paciente regresa a casa e inicia el protocolo de alimentación, higiene y farmacológico prescrito por el cirujano. En pocos días (normalmente entre 10 y 15 días) el paciente retoma su rutina. No se sufre dolor, los pacientes solo tienen algunas molestias por la inflamación de los tejidos que se trata con antiinflamatorios.
El mismo día que el paciente recibe el alta y vuelve a casa debe visitarse con el ortodoncista para iniciar los ajustes pertinentes con elásticos y, posteriormente, los detalles de acabado. Normalmente los aparatos suelen retirarse a los 6 meses tras realizarse la cirugía. Una vez ya se retiran los aparatos se coloca la retención para mantener y estabilizar su nueva posición.