Información básica y cómo actuar ante la dermatitis atópica en la infancia

Editado por Patricia Pujante Crespo el 30/11/2024

El eccema atópico es frecuente en los lactantes. Sin embargo, hay medidas sencillas que alivian al bebé y permiten sobrellevar mejor la afectación.

El eccema atópico o dermatitis atópica es una enfermedad de la piel que suele debutar  entre los tres meses y dos años de edad. Aparece en forma de placas secas y rojas, principalmente en la cara, sobre las mejillas y en la frente. Dichas placas pueden supurar o descamarse, y provocan picor intenso. Conforme aumenta la edad, suele afectar predominantemente al cuello y a las flexuras de brazos y piernas.

 

Por qué sufre mi bebé un eccema atópico o dermatitis atópica

Existe una predisposición genética a sufrir dermatitis atópica. Se sabe que hay una alteración de la barrera cutánea, con déficit genético de proteínas de dicha barrera epidémica. En seis de cada 10 niños que lo padecen uno de los padres es atópico; es decir, propenso a ser alérgico. Así, esta forma de eccema aparece en niños propensos a alergia y sus distintas formas de manifestarse: asma, rinitis, eczema. A estos factores genéticos, se suman diversos factores ambientales o externos

 

Cómo evoluciona la dermatitis atópica

La dermatitis atópica es una patología crónica que evoluciona con brotes. Hay periodos de crisis y periodos de remisión durante los cuales las lesiones remiten. Esta remisión puede ser de varias semanas e incluso meses. Lo normal es que, tras años de evolución, la enfermedad frene de forma espontánea, cosa que suele ocurrir antes de la pubertad en un 70-80% de casos

 

Factores desencadenantes en las crisis de dermatitis atópica

Existen algunos factores que pueden hacer desencadenar un brote de dermatitis atópica, que pueden ser: calor, sudor, estrés, sequedad de la piel, alguna alergia asociada, etc.

 

Cuál será el tratamiento de la dermatitis atópica

El tratamiento básico consiste en hidratar bien y de forma frecuente la piel del bebé. Así, se debe aplicar una crema hidratante apta para su piel al menos una vez al día, siguiendo las recomendaciones del especialista en Dermatología. También se emplearán geles de baño adecuados para su piel. 

Por otra parte, se aconseja utilizar aceites de baño y no dar al bebé baños ni muy calientes (por encima de 33 grados) ni largos (más de 5 minutos). 

También se prescriben, en la fase de brotes, algunas pomadas terapéuticas que contienen corticoides o inhibidores tópicos de la calcineurina para tratar las placas, pero siempre se deben seguir de forma estricta las indicaciones del especialista. En ocasiones habrá que tratar la sobreinfección añadida con antibióticos. 

Para las formas graves de la enfermedad, se reservan diversos tratamientos orales.


Precauciones y recomendaciones

Existen una serie de recomendaciones que pueden ayudar a que la dermatitis atópica no empeore:
-    Evitar los suavizantes en las fase de brote de la dermatitis.
-    No secar la colada al aire libre en temporada de pólenes.
-    Respecto a los tejidos, se desaconsejan la lana y materiales sintéticos. La lana puede irritar la piel y los tejidos sintéticos dificultan que la piel transpire, por lo que pueden favorecer la maceración.
-    En cuanto a la alimentación, se debe intentar no introducir alimentos que puedan provocar alergias (clara de huevo, lactosa, cacahuetes, gluten o pescado).   Esta recomendación se aplica sobre todo en niños de corta edad.
-    Se recomienda una especial higiene corporal, evitando los jabones comunes y utilizar aquellos enriquecidos con lípidos o ácidos.
-    Tras el baño no se debe frotar la piel del niño, sino enjuagarla suavemente y aplicar enseguida una crema hidratante, y así conservar la humedad natural de la piel. 
-    Como el eccema también puede afectar a los pies, se recomienda evitar zapatos altos tipo botas y utilizar zapato bajo.
-    Respecto al cabello, existen algunos cortes de pelo que pueden irritar la piel, sobre todo en la zona de la nuca o tras las orejas. Es preferible llevar el pelo corto o recogido.
-    Se recomienda no calentar demasiado la habitación de los niños con dermatitis atópica. Además, si el aire es seco, se debe utilizar un humidificador. 
-    No se debe besar a bebés atópicos si el cuidador presenta un herpes labial, ya que los niños atópicos son más débiles ante determinados herpes.

 

¿Mi hijo puede recibir vacunas, a pesar de sufrir dermatitis atópica?

La vacunación debe llevarse a cabo de forma normal, a pesar de que algunas vacunas puedan provocar un ligero brote de la enfermedad. 

Dermatología