¿Por qué es importante vacunar a mi hijo?
En España, las vacunas recomendadas y financiadas por el Sistema Nacional de Salud (SNS) están recogidas en el Calendario Común de Vacunación a lo Largo de Toda la Vida, un esquema actualizado periódicamente y diseñado para proteger a la población infantil frente a enfermedades graves y prevenibles. Este calendario, uniforme para todas las comunidades autónomas, asegura que todos los niños reciban las mismas vacunas, independientemente de su lugar de residencia.
¿Qué son las vacunas y por qué son importantes?
Las vacunas son preparaciones biológicas que estimulan el sistema inmunitario para generar defensas específicas contra enfermedades infecciosas. Son clave en la infancia porque:
- Protegen al niño: evitan enfermedades graves como el sarampión o la meningitis.
- Favorecen la inmunidad de grupo: cuando una gran parte de la población está vacunada, se limita la propagación de enfermedades, protegiendo también a quienes no pueden vacunarse.
- Previenen complicaciones: muchas infecciones infantiles pueden tener consecuencias graves o permanentes, como discapacidades o incluso la muerte.
Calendario de vacunación en España: vacunas recomendadas por edad
En España, las vacunas incluidas en el calendario oficial son gratuitas y accesibles a través de los centros de salud. Las más destacadas son:
Desde el nacimiento hasta los 12 meses
- Hepatitis B: primera dosis al nacer (para niños en riesgo o según criterios sanitarios).
- Hexavalente (2, 4 y 11 meses): protege contra la difteria, tétanos, tos ferina, poliomielitis, hepatitis B y Haemophilus influenzae tipo b.
- Neumococo conjugada (2, 4 y 11 meses): previene neumonías y meningitis bacterianas.
- Meningococo B (2, 4 y 15 meses): recomendada, aunque no financiada en todas las comunidades autónomas.
12 meses
- Triple vírica (sarampión, paperas y rubéola): primera dosis.
- Meningococo C: primera dosis.
15 meses
- Varicela: primera dosis.
18 meses
- Hexavalente: dosis de refuerzo.
3-6 años
- Triple vírica: segunda dosis.
- Varicela: segunda dosis.
- DTPa (difteria, tétanos, tos ferina acelular): refuerzo.
12 años
- Virus del papiloma humano (VPH): dos dosis, recomendada para niñas y niños.
- Meningococo ACWY: dosis única.
Vacunas adicionales
- Gripe estacional: anual para niños con enfermedades crónicas o en situaciones de riesgo.
- COVID-19: según las recomendaciones vigentes y en función de la situación epidemiológica.
¿Qué pasa si no vacuno a mi hijo?
Decidir no vacunar a un niño tiene consecuencias tanto individuales como colectivas. Las vacunas están diseñadas para proteger frente a enfermedades graves, y omitirlas puede poner en riesgo la salud del niño, de su entorno y de la sociedad en general. Estas son algunas de las implicaciones más importantes:
Riesgos individuales
- Mayor vulnerabilidad a enfermedades: los niños no vacunados son más propensos a contraer enfermedades infecciosas graves como el sarampión, la meningitis o la tos ferina, que pueden causar complicaciones graves o incluso la muerte.
- Complicaciones de salud a largo plazo: algunas enfermedades prevenibles por vacunas pueden dejar secuelas permanentes, como daño neurológico, sordera o problemas respiratorios crónicos.
- Mayor necesidad de hospitalización: en ausencia de la protección inmunitaria que ofrecen las vacunas, las enfermedades pueden manifestarse de forma más severa, requiriendo atención médica intensiva.
Riesgos colectivos
- Reducción de la inmunidad de grupo: cuando disminuyen las tasas de vacunación, aumenta el riesgo de brotes epidémicos. Esto afecta especialmente a personas que no pueden vacunarse por razones médicas, como los bebés menores de edad para ciertas vacunas, pacientes inmunodeprimidos o personas con alergias graves.
- Reaparición de enfermedades erradicadas: en los últimos años, en zonas con bajas tasas de vacunación, han reaparecido enfermedades como el sarampión, que estaba prácticamente erradicado en Europa.
Consecuencias legales y educativas en España
En España, aunque la vacunación no es obligatoria, es altamente recomendada y promovida por las autoridades sanitarias. Sin embargo, la no vacunación puede tener implicaciones:
- Restricciones escolares: algunas comunidades autónomas pueden limitar la entrada de niños no vacunados a centros educativos en caso de brotes infecciosos.
- Responsabilidad legal: si un niño no vacunado transmite una enfermedad a otra persona, especialmente a alguien vulnerable, los padres podrían enfrentar responsabilidades legales.
Si desea más información sobre las vacunas, consulte con un pediatra especializado.