Fractura de cadera y prótesis de cadera: tratamiento y recuperación
Escrito por:La fractura de cadera es una de las lesiones más comunes y serias en personas mayores, debido a la fragilidad ósea asociada con el envejecimiento. Sin embargo, también puede ocurrir en personas más jóvenes como resultado de traumas o accidentes severos.
Esta lesión no solo implica un dolor agudo, sino que también puede tener un impacto significativo en la movilidad, la calidad de vida y la independencia del paciente. Afortunadamente, los avances en cirugía ortopédica, especialmente en la colocación de prótesis de cadera, han permitido a muchos pacientes recuperarse y retomar una vida funcional.
¿Qué es una fractura de cadera?
La cadera es una articulación esférica que conecta la cabeza del fémur (el hueso del muslo) con el acetábulo (parte del hueso pélvico). Una fractura de cadera generalmente se refiere a una rotura en la parte superior del fémur y, dependiendo de la ubicación de la fractura, puede clasificarse en diferentes tipos:
- Fracturas intracapsulares: ocurren dentro de la cápsula articular de la cadera, afectando principalmente el cuello femoral. Este tipo de fractura puede comprometer el suministro de sangre a la cabeza del fémur, lo que puede generar complicaciones en la recuperación.
- Fracturas extracapsulares: ocurren fuera de la cápsula articular y, a su vez, se dividen en fracturas intertrocantéricas (entre el cuello femoral y el eje del fémur) o subtrocantéricas (debajo del trocánter mayor, una prominencia ósea del fémur).
Causas de la fractura de cadera
La causa más frecuente de fractura de cadera en personas mayores es una caída leve o un trauma de bajo impacto. Esto se debe a la pérdida de densidad ósea (osteoporosis), una condición común en la tercera edad que debilita los huesos y los hace más propensos a fracturarse.
En personas más jóvenes, una fractura de cadera puede ser el resultado de accidentes graves como caídas desde una gran altura, accidentes automovilísticos o lesiones deportivas. Factores de riesgo comunes para la fractura de cadera incluyen:
- Edad avanzada: a medida que envejecemos, los huesos se vuelven más frágiles, lo que aumenta el riesgo de fracturas.
- Osteoporosis: la disminución de la densidad ósea es un factor de riesgo clave.
- Caídas frecuentes: los problemas de equilibrio, debilidad muscular y mala visión aumentan la probabilidad de caídas en personas mayores.
- Estilo de vida sedentario: la falta de actividad física contribuye a la debilidad muscular y ósea.
Tratamiento: prótesis de cadera
El tratamiento más común para una fractura de cadera, especialmente en personas mayores, es la cirugía. Dependiendo de la ubicación y la gravedad de la fractura, el cirujano ortopédico puede recomendar una de las siguientes opciones:
- Reparación de la fractura: en casos de fracturas menos graves, los cirujanos pueden fijar el hueso utilizando tornillos, clavos o placas metálicas para estabilizar la fractura mientras sana.
- Hemiartroplastia: si la fractura afecta solo la cabeza del fémur y es lo suficientemente grave, se puede optar por reemplazar solo esa parte del hueso. Este procedimiento reemplaza la cabeza femoral dañada por una prótesis metálica o cerámica, mientras que el acetábulo (la cavidad de la cadera) se deja intacto.
- Artroplastia total de cadera: en los casos más severos o cuando hay daño articular previo, se reemplaza tanto la cabeza femoral como el acetábulo con componentes protésicos. Esta intervención, también conocida como reemplazo total de cadera, es una solución eficaz para aliviar el dolor y mejorar la movilidad.
Ventajas de la prótesis de cadera
El reemplazo de cadera es un procedimiento quirúrgico común con una alta tasa de éxito. Entre los beneficios más destacados se incluyen:
- Reducción del dolor: la cirugía de prótesis de cadera suele eliminar el dolor asociado con la fractura o con problemas articulares previos.
- Mejora de la movilidad: al restaurar la funcionalidad de la articulación, los pacientes pueden volver a caminar y realizar actividades cotidianas con mayor facilidad.
- Calidad de vida: los pacientes experimentan una mejora notable en su calidad de vida después de la recuperación, ya que pueden volver a realizar actividades que antes les resultaban dolorosas o imposibles.
Cuidados y recomendaciones posteriores a la cirugía
Después de la operación, es esencial seguir una serie de recomendaciones para optimizar la recuperación y evitar complicaciones:
- Evitar movimientos bruscos o extremos: al principio, es importante no flexionar la cadera más de 90 grados ni hacer giros repentinos.
- Mantener una actividad física regular: caminar y realizar ejercicios de bajo impacto, como nadar, pueden ayudar a fortalecer la musculatura y mejorar la movilidad.
- Prevenir caídas: modificar el hogar para evitar tropiezos (eliminando alfombras sueltas o usando pasamanos) es fundamental para evitar nuevas fracturas.
Conclusión
La fractura de cadera, aunque común, no tiene por qué suponer una pérdida definitiva de la movilidad o la independencia. Gracias a los avances en las técnicas quirúrgicas y las prótesis de cadera, muchas personas logran recuperar su calidad de vida. Sin embargo, la rehabilitación y los cuidados postoperatorios juegan un papel crucial en el éxito del tratamiento.