Fístula perianal; qué es y qué síntomas tiene
Escrito por:La fístula perianal puede afectar aproximadamente a 10 de cada 100.000 habitantes. Se ha comprobado que acontece en la edad media de vida y que la incidencia en los varones es el doble que en las mujeres.
La fístula perianal es un trayecto o comunicación anormal que se establece entre el interior del canal anal y la piel que rodea el ano. Por tanto, la mayor parte de las fístulas tienen un orificio interno localizado a distintas alturas del canal anal, tienen un trayecto, que puede atravesar los músculos o esfínteres que gobiernan el cierre y apertura del ano y tienen un orificio externo en la piel a través del cual sale un líquido purulento y en ocasiones contenido fecal.
Sintomatología
El dolor y la supuración constante o intermitente son los síntomas fundamentales de un paciente que tiene una fístula perianal. Cuando aparece un absceso perianal, se añaden otros síntomas como fiebre y la presencia de un bulto caliente y la tensión en la región perianal.
Cómo se produce
La mayor parte de las fístulas perianales tienen su origen en unas glándulas que están situadas en el canal anal y que tienen como misión lubricar la mucosa que tapiza dicho canal. Dichas glándulas tienen unos pequeños canalículos de salida, que se comunican entre ellos hasta buscar el lugar más fácil para drenar su contenido mucoso.
Si dicho drenaje se hace difícil por aumento de la viscosidad, se puede originar una obstrucción de las glándulas, las cuales se irán dilatando y extendiendo progresivamente por las zonas adyacentes. En cualquier momento se puede producir una colonización de las glándulas por gérmenes, sobreinfectándose las mismas y dando origen a la aparición de un absceso o colección de pus.
Por ello, no es de extrañar que la mayor parte de los pacientes que consultan por una fístula refiere haber padecido un absceso perianal previo que, o bien drenó espontáneamente, o como sucede la mayor parte de las veces, requirió una intervención quirúrgica urgente para vaciarlo y limpiarlo, lo que se conoce con el término de “desbridamiento quirúrgico”.