El Síndrome de Sensibilidad Central (parte II)

Editado por TOP DOCTORS® el 15/05/2019

El Síndrome de Sensibilidad Central (SSC) engloba a enfermedades difíciles de diagnosticar, como son la fibromialgia, la fatiga crónica, el colon irritable y el síndrome químico múltiple, entre otras.

 

¿Puede curarse del todo? ¿Cuáles son los tratamientos que usted aplica? ¿Cuál es el pronóstico?

No se puede hablar de curación porque es un síndrome del que conocemos muy poco y aún queda mucho por investigar. Nosotros hablamos de regulación. Este proceso crónico se puede regular, rompiendo los círculos viciosos que se producen en su fisiopatología.

 

Para ello disponemos de distintos tratamientos como la terapia con campos electromagnéticos transcraneales de baja intensidad para la modulación del dolor, sobre todo destinado a pacientes con fibromialgia o migraña; dietas terapeúticas, desensibilizaciones alimentarias con ingresos hospitalarios o inmunoterapia específica para regular el sistema inmunológico; tratamientos antioxidantes para tratar el daño celular, etc.

 

 

 

¿A qué edades es más habitual presentar este síndrome?

Es más frecuente en mujeres de mediana edad, de unos treinta o cuarenta años, pero cada vez más se diagnostica en personas más jóvenes. Es más frecuente en mujeres que en hombres, aproximadamente el 80 por ciento de los pacientes que lo presentan son mujeres y en el 20 por ciento son hombres.

 

 

Si no se trata correctamente, ¿qué puede ocurrirle al paciente?

Estas enfermedades son crónicas, evolucionan con la edad y puede llegar un momento en el que el paciente vea su calidad de vida muy disminuida. Aunque todas estas enfermedades forman el SSC, no todos los pacientes van a tener los mismos síntomas predominantes.

 

En función de lo que predomine (cansancio, síntomas digestivos, migraña, dolores musculares, etc.), y de la intensidad de los síntomas, la calidad de vida se verá más o menos afectada. Por ejemplo, se tolera peor la migraña o los dolores musculares que los síntomas digestivos. Lo que está claro es que si no se trata, evoluciona a peor con el tiempo y podemos hablar hasta de incapacidad para realizar las actividades cotidianas o trabajar.

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