El corazón en el embarazo
El sistema cardiovascular de la embarazada se adapta fisiológicamente a la nueva situación.
Tensión arterial
Hay un descenso de entre 4 y 10 mmHg de la presión arterial tanto sistólico como diastólica con respecto al periodo previo al embarazo. Este descenso es máximo en el segundo trimestre. En el tercero, las cifras de tensión se incrementan progresivamente, hasta alcanzar cifras previas al embarazo tras el parto.
Frecuencia cardiaca
El pulso de la embarazada se incrementa progresivamente durante la gestación, alcanzando picos máximos en el tercer trimestre, subiendo hasta 10-20 latidos por minuto más que antes del embarazo. Es una situación normal, y se relaciona con una adaptación del corazón a una mayor necesidad metabólica en la gestante.
Volumen plasmático
El volumen plasmático es la cantidad de plasma que hay circulando por el sistema cardiovascular, y éste es mucho mayor en la embarazada, llegando normalmente a superar el 45% con respecto al momento previo al embarazo.
Aunque también hay un aumento de producción en los glóbulos rojos, es mayor el incremento en el plasma en el cual “nadan” estos glóbulos rojos. Por ello, es habitual la existencia de anemia fisiológica o dilucional en la embarazada, considerándose normal 11 g/dl de hemoglobina o más.
Cualquier otra situación debe ponerse en conocimiento de su médico.
Por otro lado, las pruebas que habitualmente realizamos en la consulta de cardiología son totalmente inocuas para la embarazada, que podrían realizarse en caso necesario:
- Electrocardiograma.
- Ecocardiograma.
- Holter.
- Resonancia magnética.