Consejos prácticos para retomar la rutina después de las vacaciones

Editado por Marga Marquès Gener el 30/11/2024

La vuelta a la rutina después de las vacaciones de verano puede ser un reto para muchas personas. Tras semanas de desconexión, relajación y flexibilidad, regresar al trabajo, a las responsabilidades diarias y al ritmo habitual genera en muchas ocasiones una sensación de estrés o desmotivación.

 

En este artículo, te ofrecemos una serie de consejos para gestionar este proceso de manera saludable y efectiva.

 

Es completamente normal experimentar una cierta ansiedad al regresar
a las responsabilidades después de un largo periodo de descanso

 

¿Por qué cuesta tanto volver a la rutina después de las vacaciones?

El descanso prolongado y el cambio en los hábitos que supone el periodo vacacional afectan a nuestro cuerpo y mente. Durante las vacaciones, solemos adoptar ritmos más relajados, con menos presión, y nuestro cerebro se acostumbra a niveles bajos de estrés.

 

Cuando llega el momento de volver al trabajo, a las obligaciones familiares y a las actividades cotidianas, el contraste puede provocar lo que se conoce como el "síndrome postvacacional".

 

Este síndrome se caracteriza por síntomas como cansancio, irritabilidad, dificultad para concentrarse y una sensación general de malestar. Aunque no todas las personas lo experimentan de la misma forma, es común sentir cierto desajuste en los primeros días de retorno a la rutina.

 

¿Qué es el síndrome postvacacional?

El síndrome postvacacional es un estado transitorio que se produce como reacción a la readaptación a la rutina diaria después de un periodo prolongado de descanso. No se trata de una patología, sino de una respuesta natural del organismo al cambio de ritmo.

 

Los síntomas más comunes incluyen:

  • Fatiga.
  • Desmotivación.
  • Ansiedad leve.
  • Tristeza o apatía.
  • Falta de concentración.

 

Este malestar suele durar entre unos pocos días y dos semanas, dependiendo de la persona. Es importante recordar que, aunque puede ser incómodo, es temporal y, con las estrategias adecuadas, se puede superar rápidamente.

 

¿Cómo puedo gestionar mejor la vuelta a la rutina?

Existen varias estrategias que pueden facilitar el proceso de adaptación.

 

Aquí te ofrecemos algunos consejos prácticos para gestionar la vuelta a la rutina de forma más llevadera:

  • Planifica una reincorporación progresiva: si es posible, evita volver al trabajo justo después de las vacaciones. Intenta regresar unos días antes para adaptarte poco a poco. De esta forma, puedes organizar tu agenda con tareas menos exigentes al principio, y poco a poco aumentar el nivel de actividad. Darle a tu mente y cuerpo un tiempo para acostumbrarse al cambio es clave para evitar una sensación abrumadora.
  • Recupera tus hábitos gradualmente: no intentes retomar todas tus obligaciones de golpe. Si durante las vacaciones has relajado tus horarios de sueño, comida o ejercicio, trata de volver a tus rutinas de manera progresiva. Forzar un cambio radical puede generar más estrés y hacerte sentir desbordado. Empieza por ajustar tus horarios de sueño y alimentación en los días previos al retorno laboral, lo que facilitará una mejor adaptación.
  • Establece metas realistas: es normal tener muchas cosas pendientes después de un periodo de descanso, pero tratar de abarcar todo a la vez no es lo más adecuado. Es recomendable priorizar tareas y fijarse metas pequeñas y alcanzables en las primeras semanas. De este modo, evitarás la sensación de agobio y te sentirás más motivado a medida que logres tus objetivos.
  • Reserva tiempo para ti: el hecho de volver al trabajo o a las obligaciones no significa que debas abandonar por completo las actividades placenteras. Reservar tiempo para actividades que disfrutes, como el deporte, leer, o pasar tiempo con amigos y familiares, es esencial para mantener un equilibrio saludable. Incorporar pequeños momentos de ocio en tu rutina te ayudará a sobrellevar mejor el estrés.
  • Practica la relajación: el estrés que puede generar el retorno a la rutina puede gestionarse mediante técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda o el mindfulness. Estas prácticas son muy útiles para reducir los niveles de ansiedad y mejorar tu capacidad de concentración y bienestar. Dedicar unos minutos al día a estas actividades puede marcar una gran diferencia en tu estado de ánimo.

 

¿Es normal sentir ansiedad por volver a la rutina?

Es completamente normal experimentar una cierta ansiedad al regresar a las responsabilidades después de un largo periodo de descanso. Las obligaciones pueden parecer abrumadoras en un primer momento, pero es importante recordar que esta sensación es temporal.

 

Si la ansiedad persiste o interfiere gravemente en tu día a día, podría ser útil consultar a un profesional de la salud mental, ya que tal vez esté relacionada con factores más profundos, como el estrés crónico o la insatisfacción laboral.

 

¿Qué puedo hacer si siento que no tengo motivación?

La falta de motivación es una de las quejas más comunes tras las vacaciones. Esto puede deberse a la desconexión prolongada o a la percepción de que las vacaciones han sido demasiado cortas. Para combatir la desmotivación, es importante mantener una actitud positiva y enfocarse en los aspectos agradables de la rutina.

 

Algunos consejos son:

  • Fijar nuevos objetivos: establecer metas profesionales o personales para los próximos meses te ayudará a mantener una mentalidad proactiva.
  • Valorar el autocuidado: no descuides tu bienestar físico y emocional. El autocuidado es fundamental para mantener altos niveles de energía y motivación.
  • Buscar momentos de satisfacción: identificar actividades o proyectos que te resulten gratificantes dentro de tu rutina puede ayudar a darle un enfoque más positivo a tu día a día.

 

¿Cómo afecta la vuelta a la rutina a los niños?

No solo los adultos pueden sufrir dificultades al volver a la rutina; los niños también experimentan cambios significativos. El regreso al colegio después de las vacaciones de verano supone una transición importante para ellos. Es normal que los más pequeños experimenten cierta ansiedad o resistencia a volver a los estudios.

 

Para ayudarles, es importante:

  • Establecer una rutina clara: volver a los horarios regulares de sueño y actividades puede facilitar la adaptación.
  • Escuchar sus emociones: permitirles expresar cómo se sienten y hablar de sus preocupaciones sobre el regreso a la escuela.
  • Hacer que la vuelta sea progresiva y positiva: si es posible, planifica actividades divertidas en los primeros días para que el cambio no sea tan brusco.
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