Cómo utilizar correctamente el hilo dental

Escrito por:

Dr. Gonzalo Fernández Alonso

Dentista

Publicado el: 27/03/2024
Editado por: Lucía Ramírez Vilanova


El cepillado sirve para mantener una buena higiene bucodental, sin embargo, si queremos lograr una sonrisa saludable y bonita, podemos añadir otras herramientas al cuidado de nuestros dientes. El hilo dental, así como el enjuague bucal, es un gran complemento para conseguir una boca completamente limpia y libre de acumulación de bacterias.
 

Puesto que el hilo dental juega un importante papel en la limpieza bucodental, debes conocer los tipos que existen para escoger aquel que mejor se adapte a ti.
 

El hilo dental evita la acumulación de bacterias

 

¿Qué tipos de hilo dental hay?

El hilo dental monofilamento es el más sencillo de usar para quienes no están muy acostumbrados a la seda dental ya que, al ser un único hilo fabricado en politetrafluoretileno (PTFE), es suave y resistente.
 

Por el contrario, el hilo dental multifilamento, como su propio nombre indica, está compuesto por numerosas hebras de nylon o seda. Este tipo es menos usado que el anterior y se recomienda a aquellas personas que estén familiarizadas con el manejo del hilo dental porque en ocasiones se deshilacha entre los dientes.

 

¿Cómo usar correctamente el hilo dental?

La mala utilización del hilo dental puede provocar heridas o rasguños en la boca, por ello, desde nuestra Clínica Dental del centro de Madrid, nuestro equipo de profesionales, dirigidos por el Doctor Gonzalo Fernández Alonso, ha reunido los pasos que debes seguir a la hora de realizar esta práctica de manera correcta.
 

Antes de tocar la seda dental limpia bien tus manos, ya que es algo que vas a introducir en tu boca y no querrás llevarte todas las bacterias a esta. Corta un buen pedazo de hilo dental, la medida ideal para limpiar toda tu boca es alrededor de 50 centímetros. Enrolla en el dedo corazón de cada mano la seda dental, dejando en el centro un trozo de seda para limpiar tus dientes y encías. Con este pequeño espacio, de unos cinco centímetros aproximadamente, empieza a limpiar los espacios interdentales. Manteniendo la seda bien enrollada y usando los dedos pulgar e índice comienza a hacer movimientos verticales. Reduce la velocidad del movimiento cuando llegues a la parte de la encía en los espacios interdentales para evitar el sangrado. Desenrolla un nuevo fragmento de seda cuando termines con un diente para evitar que las bacterias que limpies de una sección se vayan a otra. Repite todo este proceso diente por diente.
 

Visita de manera frecuente a tu dentista para complementar tu higiene bucodental, de igual manera, no dudes en ponerte en contacto con nosotros si tienes cualquier duda. En nuestra clínica te informamos sobre los tratamientos que tenemos disponibles, y podrás encontrar el que mejor se adapte a ti.

Pide cita con un especialista