Cómo tratar la disfunción eréctil
Escrito por:La disfunción eréctil es la incapacidad persistente para alcanzar y mantener una erección suficiente para realizar un coito satisfactorio. Su prevalencia es del 19% aproximadamente con importantes variaciones en función de la edad.
¿Por qué se produce?
La causa más frecuente es la vascular de origen arterial: hipertensión arterial, diabetes, tabaquismo, obesidad, cirugía radical prostática, radioterapia pélvica o enfermedades vasculares.
También puede haber una causa de origen venoso, por fallo del mecanismo córporo-veno-oclusivo. Esta causa suele ser en pacientes jóvenes.
Otras causas son:
- Disfunción de origen neurológico: enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson, lesiones medulares, diabetes, polineuropatía, entre otras.
- Causas anatómicas: incurvación peneana, traumatismo peneano.
- Causa hormonal: déficit de testosterona, hiperprolactinemia, hipertiroidismo, hipotiroidismo.
- Causa psicógena: estrés, problemas de pareja, miedo al fracaso (ansiedad de rendimiento).
- Por fármacos: antihipertensivos (diuréticos y beta-bloqueantes), antidepresivos y antipsicóticos, antihistamínicos y drogas de abuso.
¿Cómo se estudia?
Una de las partes más importantes de la evaluación es la entrevista clínica.
- Entrevista clínica: comienzo de los síntomas, duración y circunstancias en las que apareció. Grado de impotencia (ausencia completa de erección, grado de rigidez, pérdida de la erección de forma precoz), circunstancias en las que ocurre (masturbación, estímulo visual o táctil, otras parejas), presencia o no de erecciones espontáneas (matutinas o nocturnas), apetito sexual, alteraciones de la eyaculación o del orgasmo.
- Exploraciones complementarias: suele estudiarse mediante una analítica hormonal (determinación de testosterona, SHBG, LH, prolactina, FSH, TSH, ACTH, GH y estradiol). Se realizan otras exploraciones dependiendo de la sospecha clínica. Las más frecuentes que se hacen son:
- Test de tumescencia y rigidez nocturna (RIGISCAN): mide la rigidez del pene durante la fase REM del sueño. Descarta causas orgánicas de la erección.
- ECO-doppler del pene: evalúa el origen vascular de la disfunción.
¿Cómo se trata?
Se recomiendan diferentes pautas de tratamiento:
- Cambios en el estilo de vida y modificación de los factores de riesgo: eliminar el tabaco, drogas, alcohol o fármacos que alteran los mecanismos de la erección (b-bloqueantes y psicótropos). Tratamiento adecuado de la diabetes, hiperlipidemia e hipertensión arterial.
- Tratamiento hormonal: sólo en el caso de déficit sintomático de testosterona.
- Inhibidores de la 5 fosfo-diesterasa (tadalafilo, sildenafilo, vardenafilo, avanafilo): es el tratamiento de primera línea. Son todos fármacos administrados por vía oral. No deben administrarse con nitratos, en pacientes con retinopatía pigmentaria, insuficiencia renal crónica y hepatopatía.
- Fármacos de administración intracavernosa: sea autoadministra por parte del paciente, mediante una inyección en la cara lateral del pene. Está contraindicado en pacientes con tratamiento anticoagulante.
- Fármacos intrauretrales y tópicos: se trata de cremas aplicables dentro de la uretra peneana mediante el uso de una cánula o aplicadas sobre el meato uretral.
- Dispositivos de vacío: producen una tumescencia pasiva del pene que se mantiene por la aplicación de un anillo constrictivo en el pene.
- Cirugía: es el tratamiento de tercera línea, tras el fallo de los anteriores. La técnica depende de la alteración existente:
- Prótesis peneana: maleables (semi-rígidas) o inflables (2 o 3 componentes).
- Revascularización peneana: en casos muy seleccionados con una lesión arterial muy localizada.