¿Cómo sé cuál es mi peso adecuado?
La diferencia entre obesidad y sobrepeso, tradicionalmente, se determinaba por el valor obtenido del Índice de Masa Corporal, que es la relación entre el peso y el cuadrado de la altura.
Se considera que una persona está en sobrepeso cuando el IMC está entre 24,99 y 30, mientras que se consideraba a la persona obesa si el IMC es superior a 30. Dentro de esto, se distinguían distintos tipos de obesidad (leve, avanzada y mórbida).
Sin embargo, el IMC no es un buen predictor, porque una persona con poca grasa y mucha masa muscular puede tener un IMC elevado y no tener sobrepeso ni obesidad, por lo que ahora nos guiamos sobre todo por el porcentaje de grasa corporal.
En función de ese parámetro, una persona tiene sobrepeso para %GC en hombres superior a 20 y en mujeres superior a 25, mientras que se considera obesidad en hombres con un %GC superior a 30 y en mujeres superior al 35%.
¿Cómo se mide el infrapeso?
Se considera que una persona está en infrapeso cuando su IMC es inferior a 18,5. De 17 a 18,49 estaríamos en delgadez leve, de 16 a 16,99 delgadez moderada y un IMC inferior a 16 se considera una delgadez severa.
La principal causa de infrapeso es el que la persona no consume suficiente energía, y por tanto nutrientes, en su dieta habitual. En el caso del sobrepeso y la obesidad, la ingesta de energía es muy superior a sus necesidades energéticas diarias y, por tanto, guarda el exceso en forma de grasa.
¿Existe tratamiento para la obesidad, el sobrepeso y el infrapeso?
El tratamiento de la obesidad y del sobrepeso es, en primer lugar, la restricción calórica. También es importante conseguir que la persona coma de forma equilibrada, porque los desequilibrios dietéticos también llevan a obesidad y sobrepeso.
Además, debemos tener en cuenta que los alimentos que la persona come sean de baja densidad calórica y alta densidad nutricional ya que, actualmente, se considera la obesidad una forma de malnutrición.
En el caso de infrapeso, el tratamiento también es una dieta, en este caso, hipercalórica. Sin embargo, como las personas con infrapeso pueden no estar acostumbradas a consumir grandes cantidades de alimentos, suele ser necesario conseguir el exceso de calorías enriqueciendo los platos, por ejemplo: caldo en lugar de agua o añadir queso, huevo y frutos secos a las comidas.
Siempre, tanto en el caso de infrapeso como de obesidad y sobrepeso, es necesario consultar con un especialista en Nutrición, quien estudiará a la persona y sus hábitos alimentarios y, de ese modo, establecerá una dieta personalizada.