¿Cómo rejuvenecer la mirada con la cirugía de blefaroplastia?
La blefaroplastia es la cirugía cosmética de los párpados. Su objetivo es mejorar el aspecto de nuestra mirada, rejuvenecerla, mediante una cirugía sencilla que extrae la piel sobrante y la grasa que sobra en los párpados. Se realiza con anestesia local y bajo una mínima sedación, lo que permite al paciente marchar a casa por su propio pie, sin dolor y los ojos abiertos pasados unos veinte minutos tras la intervención.
A esta cirugía, altamente demandada, pueden someterse todas aquellas personas con exceso de piel en sus párpados, bolsas grasas o aspecto cansado en su mirada. No depende ni del sexo ni la edad, sólo la voluntad de mejorar la mirada, siempre tras el reconocimiento y valoración de un cirujano experto. La gestión de la expectativa del paciente es imprescindible, así como el saber qué esperar en los días siguientes al procedimiento y cuándo llegarán los resultados. Todas estas cuestiones deben ser perfectamente aclaradas por el profesional en la visita previa.
Antes de someterse a la cirugía es necesaria la valoración del especialista
En el estudio individualizado de cada paciente se deberán establecer algunas circunstancias que aconsejan posponer la cirugía, como puede ser:
- Embarazo.
- Periodo de lactancia.
- Estar sometido a tratamientos agresivos ante patologías sistémicas graves.
En los casos de medicación anticoagulante, una pauta sustitutiva en días previos es suficiente para poder someterse a la cirugía.
En cuanto a los resultados, la blefaroplastia tiene un resultado muy perdurable en el tiempo, tanto así que, en principio, se propone como cirugía única. El aspecto del paciente pasados tres meses desde la cirugía se mantendrá estable durante muchos años.
¿Cómo se puede aprovechar la cirugía para realizar otros retoques estéticos?
La cirugía estética palpebral no se limita a quitar piel y grasa. El exceso de piel se reseca según cada caso, siguiendo un esquema individualizado. La grasa se extrae o se transpone para conseguir el mejor resultado posible y armonizar la estética palpebral. Asimismo, se puede rellenar las zonas hundidas mediante la inyección de la grasa del mismo paciente (lipofilling) y mejorar la posición de las cejas o los cantos laterales con diversas técnicas que se realizan en el mismo acto quirúrgico.
Además, diversos procedimientos no quirúrgicos y menos agresivos pueden asociarse para conseguir aún mejores resultados. Son las aplicaciones de toxina botulínica, rellenos con ácido hialurónico, tratamientos láser de la piel, o el uso de skinboosters para mejorar el aspecto de la piel.