¿Cómo afecta el cáncer a nuestro sueño?
El sueño es nuestra principal fuente de vitalidad, se trata de un recurso natural para mantener el cuerpo en buen funcionamiento. Mientras dormimos, nuestro organismo inicia un proceso de recuperación y reparación físico y mental que nos permite afrontar el día en nuestras plenas facultades. Por lo tanto, un buen descanso es fundamental para cuidar de nuestra memoria, intelecto y equilibro emocional, pero también es crucial para preservar nuestro sistema inmune, reparar y limpiar los tejidos y garantizar un envejecimiento saludable. De esta forma, un descanso saludable está altamente relacionado con una buena calidad de vida, por lo que es importante prestarle atención y actuar si detectamos posibles trastornos de sueño.
Pero ¿qué pasa con el sueño cuando nos comunican que tenemos cáncer? Tras un diagnóstico de cáncer, es muy probable que haya una situación de estrés, tanto en el paciente como en los familiares cercanos, lo que puede complicar el descanso, y afectar a la salud y bienestar. Además, la mayoría de los tratamientos farmacológicos para el cáncer suelen afectar el sueño de una manera u otra. De hecho, el 50% de las personas que sufren cáncer tienen problemas para dormir.
Entre las distintas alteraciones del sueño, el insomnio es el más habitual en pacientes con cáncer. Aun así, es muy posible que, sin saberlo, experimentemos alguna otra alteración del sueño que nos impida tener un buen descanso. Por ejemplo, en la apnea del sueño la respiración se detiene unos segundos, repetidamente durante la noche, y causa micro despertares que empeoran la calidad del descanso.
¿Qué relación existe entre el insomnio y cáncer?
Los problemas relacionados con el sueño son comunes durante todo el transcurso de la enfermedad y tratamiento, e incluso suelen persistir cuando el tratamiento activo ha terminado. Según apuntan los datos, el 50% de las pacientes con cáncer de mama padecen insomnio, comparado con el 18% de la población general.
El insomnio es el trastorno de sueño más frecuente, y genera un malestar con la calidad o cantidad del sueño. Esto incluye una dificultad para conciliar el sueño, permanecer dormido y/o despertarse antes de lo previsto, durante tres o más noches por semana.
Existen múltiples tratamientos del cáncer como la quimioterapia, la radioterapia, la cirugía y la terapia hormonal, que tienen efectos secundarios graves e influyen en la calidad de vida de los pacientes. Por ejemplo, la fatiga y la depresión son dos de los efectos adversos más habituales (afectan a un 75% y a un 25% de la población, respectivamente). Estos dos síntomas aumentan las probabilidades de desarrollar o empeorar un trastorno del sueño como el insomnio.
¿Cómo podemos tratar el insomnio en pacientes con cáncer?
Es fundamental seguir una buena higiene de sueño para mejorar los problemas de sueño, e incluso complementar un tratamiento médico.
A continuación, te dejamos algunas pautas que pueden ayudarte a dormir mejor:
- Ve a la cama solo cuando tengas sueño.
- Si no puedes dormir, levántate de la cama y realiza alguna actividad relajante (leer, meditar, realizar estiramientos, etc.)
- Utiliza el dormitorio solo para dormir y mantener relaciones sexuales.
- Despiértate cada mañana a la misma hora.
- Si te notas cansado después de comer puedes hacer una siesta de 20-30 minutos, pero evita siestas más largas que puedan afectar al descanso nocturno.
Si tras incorporar una buena higiene del sueño, no logras tener un buen descanso, es recomendable que visites un especialista en Medicina del Sueño.