¿Cómo identificar y tratar el Parkinson?
¿Qué es el Parkinson?
La enfermedad de Parkinson es una patología neurodegenerativa crónica, la segunda más habitual después del Alzheimer, que afecta a diversos sistemas, pero que se identifica por la presencia de ciertos trastornos motores:
- Rigidez
- Movimiento lento
- Alteración del control postural
- Temblor
El Parkinson ocasiona una pérdida progresiva de neuronas encargadas de producir dopamina, en las cuales se van acumulando unas formaciones conocidas como cuerpos de Lewy. Dichas acumulaciones acaban afectando a otros circuitos neuronales, ocasionando diversos problemas (y no exclusivamente motores).
¿Qué personas pueden sufrir Parkinson?
Se calcula que aproximadamente entre el 1 y el 2% de la población de más de 70 años padece la enfermedad de Parkinson. Asimismo, puede aparecer en edades más tempranos: hasta un 5% de los casos se identifican antes de los 40 años.
La causa de la patología es desconocida, aunque en algunos casos se hayan identificado genes concretos que podrían originarla, y afecta en similar medida a hombres y mujeres.
¿Qué síntomas podemos identificar?
Los síntomas de la enfermedad de Parkinson pueden variar en cada paciente y, inicialmente, acostumbran a ser moderados, por lo que es facial que pasen desapercibidos. Usualmente, se originan en un lado del cuerpo, que acostumbra a empeorar incluso después de aparecer en ambos lados.
Los signos motores que se pueden destacar son los siguientes:
- Temblores: el más característico es el temblor de reposo.
- Movimiento lento
- Alteración de la postura y el equilibrio
- Pérdida de los movimientos automáticos
- Rigidez muscular
- Cambios en el habla
- Cambios en la escritura
Asimismo, la enfermedad también presenta síntomas que afectan más allá de las funciones motoras:
- Problemas cognitivos, que suelen suceder en estados más avanzados.
- Cambios emocionales, ansiedad o depresión, más comunes en estados iniciales de la enfermedad.
- Dificultades de deglución, que pueden suceder a medida que avanza la enfermedad.
- Trastornos del sueño o dificultad para dormir.
- Disfunción sexual.
- Estreñimiento y problemas de vejiga.
- Alteraciones conductuales, especialmente en etapas avanzadas y, a veces, a causa de la medicación.
- Hipotensión ortostática, que consiste en una disminución de la tensión arterial al levantarse.
¿Existe tratamiento para el Parkinson?
Pese a que se han realizado grandes esfuerzos, solamente hay un pequeño tanto por ciento de tratamientos que tienen un pequeño impacto sobre la evolución de la patología. Por este motivo, actualmente, los tratamientos que se ofrecen a los pacientes son sintomáticos, es decir, están indicados para aliviar los síntomas sin tener incidencia en la evolución de la enfermedad.
El fármaco más eficaz que se conoce es la levodopa que, junto a otros compuestos, impide que la dopamina se transforme fuera del cerebro, reduciendo los efectos secundarios. Asimismo, tal y como se ha indicado, la enfermedad tiene una amplia variedad de síntomas que pueden necesitar la ayuda de distintos profesionales y tratamientos, entre los que destacan:
- Especialistas en Fisioterapia, para evitar complicaciones y mantener un buen rango de movimiento.
- Logopedia, tanto para el habla como la deglución.
- Terapia ocupacional, para mantener el máximo de funcionalidad.
- Ejercicio individual y/o grupal, para mejorar la movilidad y la calidad de vida.
- Apoyo emocional y asesoramiento, tanto al paciente como a sus familiares.
- Fármacos para la depresión o trastornos del sueño.
- Expertos en Neurología o Psiquiatría en caso de trastorno de conducta.
- Tratamiento para mejorar las funciones cognitivas, si fuera necesario.
- Los problemas sexuales o síntomas urinarios también pueden ser tratados, generalmente por un urólogo.
Para más información acerca de la enfermedad del Parkinson, contacte con un especialista en Neurología.