Cómo entender y superar el dolor crónico
La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor define el dolor como una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a un daño en algún tejido, actual o potencial.
Es una sensación con un componente emocional desencadenado por el sistema nervioso. Es, por tanto, subjetivo y complejo, proyectándose tanto en la vida familiar, como en la laboral, social y económica de las personas afectadas.
- El 20% de la población convive con el dolor crónico.
- El dolor lumbar es la segunda razón más común para visitar al médico.
- El dolor es el responsable del 2,5% del PIB y de un gran porcentaje de bajas laborales.
- El tiempo que debe pasar para que el dolor se considere crónico y requiera tratamiento es un periodo de entre 3 y 6 meses.
¿Cuáles son los distintos tipos de dolor que existen?
Agudo y crónico
- Agudo: aparece de repente, debido a una enfermedad, lesión o inflamación, y sirve como señal de aviso ante una agresión o daño extremo. Generalmente, desaparece, aunque a veces puede convertirse en dolor crónico.
- Crónico: dura mucho tiempo y puede crear problemas graves y desarrollar una enfermedad.
Según la intensidad
- Leve.
- Moderado.
- Severo.
Según los mecanismos
- Dolor nociceptivo: causado por la activación de los receptores del sistema nervioso específicos para responder ante estímulos dolorosos.
- Dolor neuropático: se origina en el sistema de señalización, es decir, el sistema nervioso.
- Dolor mixto: combina la aparición de dolor muscular y de dolor por daño en los nervios al mismo tiempo y en el mismo lugar.
Las principales causas del dolor
- Dolor lumbar.
- Artritis.
- Cáncer.
- Neuralgia del trigémino.
- Cervicalgia.
- Hernia discal.
- Dolor articular (cadera, rodilla, hombro).
- Lesiones deportivas.
Tratamientos para el dolor
- Medicamentos.
- Estimulación eléctrica medular o estimulación del ganglio de la raíz dorsal.
- Tratamientos ambulatorios: como infiltraciones guiadas con imagen, medicina regenerativa, factores de crecimiento, ozonoterapia, técnicas intradiscales o radiofrecuencia.