¿Cómo controlar la ansiedad?
La ansiedad es una sensación normal que experimentamos alguna vez en momentos de peligro o preocupación. Nos sirve para poder reaccionar mejor en momentos difíciles.
Cuándo acudir al especialista por la ansiedad
La ansiedad puede llegar a convertirse en un problema si la sentimos con cierta frecuencia sin que parezca haber razón para ello, los síntomas son prolongados y graves o nos impiden hacer lo que queremos. Es entonces cuando debemos acudir a un especialista.
Como la ansiedad es una reacción normal, el objetivo no es hacer que desaparezca, sino aprender a controlarla y reducirla a niveles manejables.
Cuando hay dificultades para controlar la ansiedad esta tiende a mantenerse, incluso si no hay causa aparente para ello. Las personas se habitúan a preocuparse en exceso de sus problemas, a esperar dificultades o a evitar situaciones difíciles. En ocasiones hacen cosas que sólo les tranquiliza inicialmente, como extremar el orden o repetir comprobaciones. El cuerpo se acostumbra a estar tenso y se crea un círculo vicioso: como los síntomas son desagradables, la persona se vuelve más sensible a cualquier alteración física, se preocupa continuamente de que le pueda pasar algo, hecho que le hace estar más ansioso.
¿Hay personas predispuestas a tener ansiedad?
Existen algunas personas más vulnerables a padecer ansiedad como aquellas con tendencia a una preocupación excesiva, a reaccionar exageradamente ante las dificultades o que han sufrido experiencias difíciles. A veces, la acumulación de pequeños problemas causa ansiedad.
¿Es cierto que la ansiedad aumenta en primavera y otoño? ¿Por qué?
La ansiedad es el trastorno más sensible a los cambios de tiempo. En primavera y otoño aumentan los casos de ataques de pánico, angustia, pero también de depresión e incluso los suicidios.
Tipos de ansiedad
Existen diferentes tipos de ansiedad patológica:
- Trastorno de ansiedad generalizada: sensación general y constante de preocupación.
- Trastorno de pánico: ataques súbitos de sentimientos de pánico con ansiedad intensa.
- Agorafobia: sentimientos de pánico en los lugares en los que la persona tiene la sensación de no poder salir, escapar o de sentirse desprotegida.
- Trastorno de estrés post traumático: ansiedad intensa tras haber vivido una experiencia aterrorizante que implica amenaza o daño físico.
- Fobia social: ante las situaciones sociales.
- Fobias específicas: ante situaciones muy específicas como la proximidad a determinados animales o la altura.
¿Qué debemos evitar si tenemos ansiedad?
Algunas personas, para tratar de reducir la tensión desagradable de la ansiedad, suelen comer, fumar o beber en exceso. Otras personas evitan las situaciones que le producen ansiedad. De momento, esa estrategia funciona pero a largo plazo el miedo se potencia, la persona pierde la confianza en sí misma y los problemas van en aumento.
¿Cómo podemos controlar la ansiedad?
Para reducir la ansiedad podemos trabajar en diferentes áreas como:
- Entender lo que nos está pasando, descubrir la causa que ha podido producir la ansiedad y actuar sobre ella. Es fundamental buscar soluciones. El exceso de trabajo o los problemas sin resolver desgastan emocionalmente.
- Reducir el estrés. Para ello es importante gestionar el tiempo y realizar descansos regularmente. Hacer ejercicio, aprender a relajarnos, a distraernos o dormir lo suficiente. Revisar las prioridades en la vida, las responsabilidades y ponernos objetivos realistas. No exigirnos demasiado. Ayuda confiar en alguien y no mantener emociones reprimidas.
- Llevar una dieta equilibrada, que incluya todos los nutrientes con frutas, vegetales y nueces. Las dietas basadas en alimentos procesados favorecen los déficits de algunos nutrientes que pueden incrementar estos síntomas, como algunas vitaminas, minerales, ácidos grasos poliinsaturados, omega-3 o determinados aminoácidos. Conviene evitar bebidas que tengan cafeína u otros estimulantes. A veces algunos medicamentos como los del resfriado pueden agravar los síntomas.
- Aprender a calmarse y pensar más claramente. Reducir las preocupaciones irracionales.
- Intentar no huir o evitar situaciones difíciles, esperar a que el miedo ceda. El miedo se vence atravesándolo.
- Practicar ejercicios de relajación. Meditación. Respirar despacio.
Uno de los principales trucos para superar la ansiedad es la perseverancia. No podemos dejarnos desanimar por los normales altibajos de la recuperación.