¿Cómo ayudar a los niños a superar el miedo a la oscuridad?
El miedo es una emoción básica de las personas y animales, que tiene como función básica activar el instinto de supervivencia. El miedo sirve para protegernos, aunque nos haga pasar por momentos difíciles.
El problema aparece cuando el miedo conduce a dificultades en nuestra vida diaria y no nos aporta seguridad. Es en este momento cuando el miedo se convierte en innecesario o disfuncional, un miedo relacionado con un aprendizaje y no con la supervivencia, su objetivo real.
¿Por qué tenemos miedo?
El miedo a la oscuridad es muy frecuente, especialmente durante la infancia y adolescencia. Es un temor totalmente normal, adquirido, puesto que tiene su sentido: la oscuridad nos impide utilizar uno de nuestros sentidos primordiales, la vista.
Los más pequeños, al encontrarse en la oscuridad, se sienten indefensos y desprotegidos, pero no siempre debe ser así. Del mismo modo que nacemos con este temor a la oscuridad, se puede trabajar para superarlo y afrontarlo.
Soluciones para combatir el miedo a la oscuridad
- Controlar el material de ficción: durante la noche es fácil recordar aquellas películas o libros que transmiten temática de terror.
- Nunca ridiculizar el miedo: si restamos importancia a los temores de los niños causaremos, probablemente, un efecto rebote. Es importante que puedan expresar sus miedos y que se puedan sentir apoyados, sin dar motivos para alimentar estos temores.
- Irse a la cama cansados: es importante evitar actividades que estimulen a los niños antes de dormir, de esta forma se dormirán con mayor facilidad. Una vez los niños comprueban que han estado durante varias horas a oscuras (mientras duermen) sin ningún problema, empezar a desvincularse de este miedo.
- Relacionar la oscuridad con algo positivo: por ejemplo, si comparten experiencias positivas a oscuras, contando como ha ido el día o leyendo un cuento, les permitirá relacionar la oscuridad con algo tranquilizante y agradable.
- La ayuda de un profesional: si este miedo se alarga en el tiempo y no mejora, un especialista en psicología puede ser una buena opción, puesto que facilitará las mejores herramientas y estrategia para ayudar a los más pequeños a afrontar el miedo.
Para más información, no dude en contactar con un especialista en Psicología.