Cirugía transoral: operar la tiroides por la boca, sin cicatriz visible
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La cirugía transoral es una nueva técnica quirúrgica del Tiroides que permite hacer la tiroidectomía de un lado o de toda la glándula en un mismo procedimiento y sin citratriz externa visible, ya que se realiza a través de una incisión en la cara posterior del labio inferior, en la boca. Al igual que la cirugía convencional, se hace con anestesia general para mayor comodidad del paciente.
¿Por qué se realiza la cirugía transoral?
Aunque su origen y desarrollo procede de los países asiáticos, en que la presencia de cicatrices en el cuello son un estigma, en España se indica en aquellos pacientes que no quieren tener secuelas de la cirugía, con cicatriz externa visible y también puede estar indicada para aquellos pacientes que hacen queloides. Hay algunos estudios que, además, demuestran menor tasa de dolor respecto la cirugía abierto o convencional, que ya de por sí es poco dolorosa.
¿En qué consiste la cirugía transoral?
Consiste en la introducción de 3 trocares: uno de 10 mm y 2 de 5 mm en la parte posterior del labio inferior, a través de los cuales el especialista en Cirugía General y Cirugía Endocrina realiza un espacio por debajo de la piel del cuello para acceder a la glándula tiroides.
En uno de los trocares se coloca una óptica de 10 mm que permite amplificar la imagen a 2 cm de la zona a tratar. En los otros dos trocares o puertos se introducen los instrumentos que permiten hacer la cirugía endoscópica.
Preparación para la cirugía transoral
No es necesaria ninguna preparación especial. Sí que es importante intensificar la higiene bucal los días previos a la cirugía. Lo más importante es seleccionar adecuadamente a los pacientes, ofreciendo esta técnica a pacientes en los que el especialista está seguro de que podrá realizar una cirugía eficaz y segura. Durante la cirugía, además de mantener los excelentes resultados que ya se tienen con la cirugía abierta respecto al tratamiento y cuidado del nervio recurrente y glándulas paratiroides, se añade la ausencia de cicatriz.
Cuidados tras la intervención
Durante las primeras 24 horas tras la intervención el paciente debe ingerir alimentos líquidos, cuya consistencia aumentará l y textura de los alimentos en los días sucesivos.
Alternativas a este tratamiento
La alternativa más eficaz sigue siendo la cirugía convencional que, en muchos casos, se realiza con cirugía mínimamente invasiva: con una cicatriz inferior a 3 cm.
La cirugía videoasistida por vía anterior (MIVAT) tiene muchas limitaciones respecto al tamaño y volumen del nódulo tiroides que puede extraerse por esta vía y que, además, deja cicatriz externa.
Otra vía de abordaje también endoscópica es aquella que se realiza por vía transaxilar, que ofrece ausencia de cicatriz en el cuello. No obstante, se realiza en el pliegue de la axila, quedando más estético. Esta vía se probó por primera vez en España en 2016 y, tras unos pocos casos se abandonó, ya que no permite hacer cirugía más que en un lado del tiroides y necesita hacer un largo recorrido antes de llegar al tiroides.