Cirugía percutánea del pie, técnica poco invasiva para operar deformidades
La cirugía percutánea consiste en realiza procedimientos quirúrgicos de forma mínimamente invasiva, es decir, realizando pequeñas incisiones en la piel.
Para ello se precisa de material específico. Se usan bisturís más pequeños y pequeñas fresas, en vez de sierras, para limar y cortar el hueso. Asimismo, es también imprescindible usar un aparato de radiografías intraoperatorio que permite al especialista en Traumatología evaluar los gestos que realiza porque, al no realizar una incisión en la piel, no puede ver con los ojos qué está realizando.
¿En qué patologías se aplica la cirugía percutánea del pie?
En la cirugía de pie se emplea sobre todo en patología de antepie: deformidades del primer dedo, como el Hallux Valgus (juanete), dedos menores (dedos en garra y martillo), así como metatarsos (metatarsalgia).
Ventajas de la cirugía percutánea del pie ante otras técnicas
La principal ventaja es, como en cualquier cirugía minimamente invasiva, reducir la agresión quirúrgica a la piel y tejidos balandos. De esta manera también se minimiza la comorbilidad, la aparición de complicaciones y el dolor postoperatorio. No todos los casos pueden ser intervenidos con estas técnicas, ya que presentan ciertas limitaciones. En el caso de la corrección del Hallux Valgus, por ejemplo, no se obtienen buenos resultados en las grandes deformidades, ya que presentan mayores índices de recidiva.
¿Cómo serán los resultados de una cirugía percutánea?
Como para cualquier cirugía en nuestra especialidad, de cara a obtener buenos resultados es primordial una adecuada indicación quirúrgica. Es importante no caer en la trampa de querer operarlo todo de forma percutánea. Si la indicación es idónea los resultados de esta cirugía son excelentes.