Cirugía del neurinoma del acústico
Escrito por:La radiocirugía es una de las mejores opciones para los pacientes que sufran neurinomas del acústico, por su carácter poco invasivo. El reconocido neurocirujano, Dr. Martínez Álvarez, especialista en Neurocirugía, nos habla sobre esta técnica.
¿Qué es un Neurinoma del Acústico?
Los neurinomas son tumores generalmente benignos en relación con los nervios. Bien procedentes del sistema nervioso central, en ese caso se trata de los Pares Craneales, o bien localizados en la periferia del sistema nervioso central a lo largo de todo el organismo. Estos tumores dan lugar inicialmente a pérdida de audición, vértigos, posteriormente a disminución de la sensibilidad en la cara y, a continuación y según el tamaño que vayan alcanzando, dan lugar a problemas de inestabilidad.
¿En qué consiste el tratamiento mediante radiocirugía?
La radiocirugía consiste en una tecnología que permite administrar en una sola sesión una dosis muy elevada de radiación en un punto concreto del cerebro. El tratamiento de radiocirugía con gamma knife permite una irradiación muy concreta de la lesión evitando administrar dosis de radiación elevadas en la periferia del tumor. De esta manera, es mucho más fácil una posterior cirugía en caso de que sea necesaria.
¿Qué ventajas ofrece frente a otros tratamientos?
Primero, se trata de un procedimiento no invasivo y que evita el riesgo quirúrgico inherente a toda intervención a los pacientes. También, de esta manera, se evita el daño a las estructuras periféricas que es preciso llevar a cabo en algunas intervenciones. Y, especialmente en el caso de los neurinomas, podemos evitar el daño al nervio facial que está muy adherido a estos tumores y que en un porcentaje elevado de casos se afecta después de una intervención convencional. Además, en aquellos pacientes que conservan la audición podemos, hasta en un 70% de casos, mantener una audición útil en estos pacientes.
Aquí está el caso de un neurinoma de un determinado tamaño, que se intervino y quedó un pequeño resto adherido al nervio facial. Si se hubiese extirpado este resto el paciente hubiese desarrollado una parálisis del nervio facial. En un segundo tiempo nosotros tratamos estos restos evitando el que crezcan y produzcan de nuevo trastornos.
¿Puede aplicarse para tratar todo tipo de tumores, sea cual sea su tamaño o tipología, o hay algún caso en el que no pueda aplicarse?
Se pueden tratar lesiones de hasta 5 centímetros cúbicos, un poco más grandes que esta lesión, pero en base a que aumente el volumen de estas lesiones, las posibilidades que hay de conseguir un control tumoral, es decir, evitar el que crezcan o incluso conseguir una reducción de las mismas, son menores.
¿La radiocirugía tiene algún tipo de efecto secundario?
Los efectos secundarios de esta tecnología se cifran esencialmente en la incertidumbre existente en los casos en los que crece el tumor a pesar del tratamiento. En estos casos los pacientes tienen que ir a una cirugía aproximadamente en el 50% de situaciones. Otro tipo de efectos secundarios están relacionados con que aparezca una reacción del tejido periférico que se llama edema. En concreto, en los pacientes tratados de neurinomas, y en nuestra experiencia sobre algo más de 900 pacientes, la posibilidad de que desarrollen un edema es de un 5% de casos y la mortalidad ha sido nula.
Por último, en los neurinomas existe un 2% de casos que desarrollan una hidrocefalia después del tratamiento. Hidrocefalia significa que se dilatan las cavidades que contienen líquido cefalorraquídeo dentro del cerebro, llamadas ventrículos. En caso de ser así, en las tres cuartas partes de los casos, hay que poner lo que se una válvula, es decir, una conexión entre estos ventrículos y generalmente el peritoneo para la absorción de líquidos. Se trata de una intervención sencilla y muy común en el mundo de la neurocirugía.