Carboxiterapia: el remedio contra las estrías
Escrito por:
Dr. Pedro Pérez-Escariz Sánchez
Cirujano plástico
Publicado el: 03/03/2020
Editado por: Nicole Márquez
La carboxiterapia está indicada para mejorar imperfecciones de la piel, tales como marcas de acné, estrías, cicatrices etc… Esta técnica se realiza mediante la aplicación de microinyecciones subcutáneas de dióxido de carbono (CO2). Estas microinyecciones provocan la hiperoxigenación, que hará que la piel recupere su elasticidad.
Es un tratamiento prácticamente sin dolor, que realizamos en consulta. Se trata de una tecnología avanzada que utiliza gas calefactado con control de presión y flujo.
La carboxiterapia está indicada para mejorar imperfecciones de la piel.
Di adiós a las estrías
Las estrías son aquellas marcas, de color rojo o morado, que pueden aparecer en la piel por culpa de tres razones: la acumulación de grasa, la fibrosis y/o mala circulación. Con el tiempo, el color de las estrías va cogiendo un tono más blanquecino.
La carboxiterapia es, hoy en día, uno de los mejores tratamientos para tratarlas. A partir de la aplicación del CO2, el tono de la piel se reestructura y estimula la producción de colágeno en la zona. Esta técnica ayuda a prevenir la aparición de nuevas estrías y, a su vez, rejuvenece la piel.
Este tratamiento se aplica en aquellas zonas donde se suelen concentrar las estrías como en las piernas, los brazos o el abdomen.
¿Cuánto duran los resultados de este tratamiento?
Los resultados pueden durar de 2 a 3 años Dependerá mucho del estilo de vida que lleve el paciente; cómo come, si hace deporte…
Con el tratamiento se logra:
Mejorar la circulación local de la zona tratada Mejora las cicatrices, aunque sean antiguas, al estimular de la reorganización de fibras de colágeno y fibras elásticas Mejorar el tono y elasticidad de la piel Mejorar el aspecto y la textura de la piel Mejorar la flacidez de la piel
¿Cuántas sesiones son necesarias?
El número de sesiones también dependerá de cada persona, la zona a tratar y del propio cuerpo, y su reacción al tratamiento, de cada persona. Lo aconsejable es que se realicen las primeras sesiones cada 7-10 días, para luego ir espaciándolas cada 20 días.