Bottoming out vs. efecto cascada: cómo diferenciarlos y corregirlos en cirugía mamaria
En el campo de la cirugía mamaria, existen ciertas complicaciones que pueden afectar el resultado estético y funcional de un aumento mamario o una mastopexia. Dos de las alteraciones más frecuentes son el "bottoming out" y el "efecto cascada". Aunque a simple vista pueden parecer similares, sus causas, factores de riesgo y soluciones son diferentes.
Principales diferencias entre el "bottoming out" y el "efecto cascada"
El "bottoming out" ocurre cuando el polo inferior de la mama se distiende en exceso, provocando que la prótesis descienda y que el complejo areola-pezón quede en una posición más alta de lo deseado. Este fenómeno suele darse en pacientes que han sido sometidas a un aumento mamario con prótesis, especialmente cuando la cobertura de tejido mamario es insuficiente o el bolsillo protésico ha sido disecado de manera inadecuada.
Por otro lado, el "efecto cascada" es una alteración en la que la prótesis mamaria se mantiene en su posición original, mientras que la glándula mamaria desciende, creando un efecto de "doble surco" y una apariencia antiestética. Esta condición es más común tras mastopexias o en pacientes con ptosis mamaria preexistente.
Factores de riesgo del "bottoming out" en el aumento mamario
Existen diversos factores que pueden predisponer a una paciente a desarrollar "bottoming out":
- Uso de implantes de gran volumen en tejidos insuficientemente resistentes.
- Bolsillo quirúrgico excesivamente grande o disección inadecuada del surco inframamario.
- Piel y tejidos mamarios con baja calidad elástica, lo que favorece la distensión con el tiempo.
- Falta de soporte adecuado en el polo inferior de la mama.
Razón por la que el "bottoming out" es más común en aumentos mamarios y el "efecto cascada" en mastopexias
El "bottoming out" suele aparecer en pacientes sometidas a un aumento mamario, ya que el peso de la prótesis puede generar una distensión excesiva del polo inferior, especialmente cuando no hay un adecuado refuerzo tisular. En cambio, el "efecto cascada" es característico de las mastopexias, ya que estas intervenciones se realizan en pacientes con ptosis mamaria previa, en quienes la glándula mamaria ya presenta tendencia al descenso.
Prevención de la disociación protésico-glandular
Para evitar estos efectos indeseados, es fundamental un adecuado plan quirúrgico y la selección de la técnica apropiada:
- Utilizar implantes de tamaño adecuado a la anatomía de la paciente y su calidad tisular.
- Refuerzo del surco inframamario para evitar un descenso excesivo del implante.
- Selección de la técnica de cobertura protésica más apropiada (submuscular, dual plane, etc.).
- En mastopexias, asegurar una buena fijación del tejido glandular para evitar su desplazamiento posterior.
Corrección del "efecto cascada": ¿por qué bajar el implante no es la solución?
Una solución frecuente pero errónea para el "efecto cascada" es intentar descender la prótesis para alinearla con la glándula mamaria caída. Sin embargo, esta medida solo empeora la situación, ya que genera una ptosis más pronunciada y afecta la armonía del contorno mamario. En su lugar, la corrección adecuada suele implicar:
- Reposicionamiento del tejido glandular con fijaciones internas.
- Revisión del bolsillo protésico si es necesario.
- En algunos casos, combinación con técnicas de refuerzo tisular o mallas de soporte.
Tanto el "bottoming out" como el "efecto cascada" pueden comprometer los resultados de una cirugía mamaria. La clave para prevenirlos radica en un adecuado análisis preoperatorio, la selección de la técnica correcta y una cirugía meticulosa que garantice una distribución equilibrada de los tejidos y la prótesis. En caso de aparición de estas alteraciones, es fundamental acudir a un cirujano experto en cirugía secundaria mamaria para una corrección eficaz y personalizada.