Botox y dolor mandibular

Escrito por:

Dr. Fernando Gérman Dentinova

Dentista

Publicado el: 03/02/2021
Editado por: Margarita Marquès


De seguro le ha pasado más de una vez. Mientras está a punto de quedarse dormido, se ha dado cuenta que su compañero de cama aprieta y hace rechinar sus dientes, tanto que casi hasta usted puede sentir el dolor. No es más que un viejo y desagradable bruxismo, alteración funcional que se da preferentemente durante la noche y en forma totalmente involuntaria, lo que la convierte en algo muy difícil de controlar.

 

¿Cuál es el origen del bruxismo?

Aunque el origen puede ser variado, como una mala mordida o dientes mal alineados, en la mayoría de los casos, el estrés, la ansiedad y hasta periodos de depresión son los factores que más determinan esta dolorosa patología.

 

 

El bruxismo es una alteración funcional que se da
preferentemente durante la noche y de forma totalmente involuntaria

 

La gran desgracia es que la mayoría de los pacientes no se dan cuenta hasta que se sienten las molestias derivadas como dolor de cabeza, cuello o en el oído.

 

Cómo tratar el bruxismo: botox

El plan tratamiento para esta molestosa realidad incluye todo un abanico de posibilidades que pueden incluir ortodoncia, uno de planos de relajación, relajantes musculares, sesiones de kinesiología y terapias complementarias como el yoga, masajes de relajación o reflexología.

 

Pero la terapia más novedosa de todas es la aplicación de botox en los puntos de dolor, que provoca alivio inmediato, pues cumple con la función de soltar los músculos tensos, lo que le permite al dentista trabajar con el paciente más aliviado en las terapias convencionales o complementarias.

 

Es un elemento más dentro de los que ayudan a aliviar el estrés. Nosotros siempre usamos dos o tres métodos. El botox está más precisamente indicado para un paciente que llega en una etapa aguda de bruxismo, o sea, que trae dolor y lleva noches durmiendo mal, despierta con migraña o casi no puede ni abrir la boca.

 

Lo primero, entonces, es descubrir los puntos de dolor a través de un examen de palpación de los músculos, que permite saber no sólo cuál está afectado, sino cuál parte está inflamada.

 

La ventaja es que es de acción local y de larga duración evitando los efectos secundarios de las pastillas que actúan a nivel general.

 

Esta aplicación puede durar entre tres y seis meses y utilizarla no significa que va a tener que usarla para siempre, pues como el dolor del estrés a estar anulado, por mientras, le podrán hacer el resto de terapia.

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