Avances en la otoplastia
Se han descrito un gran número de técnicas para realizar una otoplastia. En nuestro caso realizamos una en concreto mucho menos invasiva que las demás y que consiste en la colocación de unas suturas en el pabellón auricular a través de unas incisiones milimétricas.
Esta técnica aporta grandes ventajas porque consigue muy buenos resultados minimizando aún más las posibles complicaciones. Es un procedimiento sencillo, realizado con anestesia local, la misma que se aplica en el dentista.
Con esta técnica se facilita el postoperatorio, siendo éste cómodo y poco molesto. No requiere de la colocación de aparatosos vendajes, sino de una simple cinta que únicamente se la colocarán por la noche durante un mes pasados los primeros dos días. No impide el ducharse ni incorporarse rápidamente a la vida laboral o al colegio en el caso de los niños.
Los cuidados se minimizan, las molestias inmediatas a la intervención son normales pero con la toma de un simple analgésico mejoran y solo se requieren durante las primeras 24 horas. El especialista en Cirugía plástica únicamente advierte de no tomar Aspirina. Se insiste en mantener la herida limpia y llevar la cinta por las noches.
Cada problema hay que valorarlo de forma individual aunque esta técnica corrige una gran mayoría de casos de orejas prominentes. La selección de los pacientes hay que hacerla además en base a otros aspectos de su historial médico particular, según esto se requerirán unas pruebas complementarias o no.
En general los pacientes que solicitan este tipo de intervenciones son jóvenes y no suelen tener patologías añadidas. También es apropiada para niños cuando han alcanzado el desarrollo del pabellón auricular, cosa que ocurre a partir de los seis años. Es importante que en el caso de los niños, entiendan que es lo que se les va a hacer para que colaboren durante la intervención y en el postoperatorio.