Adenoma hipofisiar: qué es y en qué consiste
¿Qué es exactamente un adenoma hipofisiario?
El adenoma hipofisario se trata de un tumor benigno de crecimiento lento que tiene su origen en las células que forman la glándula hipófisis. La glándula hipofisaria tiene la función de regular el resto de glándulas que secretan hormonas muy importantes para el correcto funcionamiento del organismo.
Los tumores hipofisarios son relativamente comunes, y cuando se desarrollan en adultos pueden casuar graves problemas, que pueden derivar ya sea por el tamaño (por la compresión de estructuras nerviosas próximas o por la secreción excesiva por parte de las hormonas).
¿Cuáles son los síntomas del adenoma hipofisiario?
Los síntomas más habituales de esta patología están provocados por una hipersecreción por parte de las hormonas o por un crecimiento anormal por la compresión de las estructuras nerviosas. Los síntomas más habituales son:
Por compresión de estructuras cercanas pueden producir:
- Alteraciones visuales. Algunos ejemplos serían la pérdida del campo visual, la visión borrosa, visión doble o ptosis en uno de los párpados.
- Dolor de cabeza.
- Náuseas y vómitos.
Por hipersecreción hormonal:
- Acromegalia, es decir, crecimiento inusitado de manos, pies, mentón, nariz y partes acras en general.
- Secreción de leche por el pecho.
- Amenorrea.
- Impotencia o pérdida de la lívido.
- Somnolencia o cansancio.
¿Cuáles son las causas?
Se desconoce el origen o causas de la aparición y desarrollo de los adenomas hipofisarios en el adulto. Como tal, no existen factores de riesgo como puede ser el estilo de vida sedentario o el consumo de tabaco o alcohol que favorezcan su aparición.
Es de suponer que factores genéticos aún desconocidos pueden facilitar su desarrollo. Aparecen de forma espontánea en el individuo y no es hereditario por lo que no se transmite en la descendencia.
¿Qué riesgos tiene este adenoma?
El adenoma hipofisario en su crecimiento puede adquirir gran tamaño y llegar a ser gigante, en estos casos suele producir una pérdida de visión severa y rápidamente progresiva, por lo que puede llegar hasta la ceguera. En estos casos es prioritario tratarlo de forma preferente mediante cirugía para poder recuperar al máximo la función visual.
Otro problema importante asociado a los adenomas de hipófisis funcionantes, es decir, productores de hormonas como la enfermedad de Cushing o la acromegalia es que suelen provocar una alteración grave en el metabolismo de la persona que puede desarrollar otras complicaciones como obesidad, hipertensión, diabetes, osteoporosis, etc. Estos problemas secundarios a la alteración metabólica producen un gran deterioro en la calidad de vida del paciente y puede suponer una disminución en su esperanza de vida. Un tratamiento precoz mediante cirugía puede resolver estos problemas metabólicos asociados.
¿Cómo se puede tratar?
Más del 80% de los adenomas de hipófisis se tratan mediante cirugía. Solo los adenomas productores de prolactina pueden ser tratados con medicación.
En la actualidad la cirugía de los adenomas hipofisarios se realiza mediante un abordaje endoscópico endonasal realizado por un grupo experto en cirugía de base de cráneo mínimamente invasiva. Esta operación se realiza mediante un endoscopio o cámara que nos permite dirigir los diferentes instrumentos que se introducen por las fosas nasales, con el fin de abordar la silla turca, al final de la nariz, que es el hueso donde descansa la glándula hipófisis y el tumor. Una vez abierta la silla turca se puede extirpar el tumor. Uno de los beneficios de este tipo de abordaje es que permite a los neurocirujanos extirpar el tumor sin tocar el cerebro. Aunque los riesgos de la operación dependen del tamaño y localización del tumor, suele ser una operación muy segura con un bajo índice de complicaciones.
Si desea más información sobre el adenoma hipofisiario, consulte con un especialista en Neurocirugía.